El fiscal general a cargo de la Unidad que interviene en casos de terrorismo de Estado en Rosario, Adolfo Villate, y el fiscal ad hoc de la misma Unidad, Gonzalo Stara, requirieron la "inmediata detención" del sacerdote y ex capellán de la Policía de Santa Fe, Eugenio Segundo Zitelli, luego de que la Cámara Federal de Casación Penal anulara la resolución que le había permitido transitar en libertad los procesos por crímenes de lesa humanidad.
El pedido de detención de Zitelli fue formulado por los fiscales ante el Juzgado Federal N°4 de Rosario, donde se encuentra en trámite de instrucción el cuarto tramo de la denominada "Causa Feced", que aborda los crímenes cometidos por la patota que estuvo al mando del jefe policial santafesino Agustín Feced, en la que el imputado está procesado en otra causa.
La Fiscalía, que durante todo el proceso se opuso a la libertad de Zitelli, volvió a pedir su detención luego de que la Sala II del máximo tribunal penal de la Nación revirtiera el fallo de la Cámara Federal de Rosario que validó la excarcelación que le había dictado el juez a cargo de aquél juzgado, Marcelo Bailaque.
En su petición, los fiscales citaron la jurisprudencia que avala el pedido y, entre otros aspectos, remarcaron que "la extrema gravedad de los hechos investigados recuerda de manera evidente que no es lo mismo la sujeción de una persona que espera la realización de su juicio con la expectativa de ser condenada a una pena de ejecución condicional o de efectiva privación de la libertad por un período de tiempo limitado, que otra respecto de la cual, de recaer condena, será fatalmente de efectivo cumplimiento y, casi con seguridad, la máxima prevista en el ordenamiento".
Presente en la tortura
Zitelli será además juzgado en la causa "Feced III", actualmente en trámite ante el Tribunal Oral en lo Criminal Federal N°2 de Rosario. porque se lo considera partícipe necesario de la privación ilegal de la libertad agravada por mediar violencia y amenazas contra cinco prisioneros políticos que pasaron por el centro clandestino de detención que funcionó en el Servicio de Informaciones de la Policía provincial.
Al momento de procesarlo en la causa que fuera elevada a juicio, el juez Bailaque consideró acreditado que Zitelli "tenía pleno conocimiento del movimiento de personas que estaban privadas de libertad en tales condiciones" clandestinas y que "conocía cabalmente que en esas dependencias policiales las personas detenidas eran sometidas a torturas".
Al citar los testimonios de sobrevivientes, el juez indicó que Zitelli "estuvo presente en sesiones de torturas" y que "estaba compenetrado con la necesidad de torturar a las personas detenidas para así poder obtener información".
"En su carácter de personal policial y capellán de esas dependencias ejerció activamente una misión de custodia de las personas que allí estaban alojadas, tanto de manera física en cuanto a su presencia específica, como en su participación de contenedor espiritual de quienes estaban a cargo de la efectiva custodia de las víctimas", agregó el juez al dictar el procesamiento del sacerdote, que luego fue confirmado por la Cámara Federal de Rosario y elevado a juicio oral y público.