La vigilancia de una persona en Perú, su posterior detención en Panamá y finalmente la obtención de la prueba para imputar en la Argentina a la responsable de una organización trasnacional dedicada al tráfico de estupefacientes fue el resultado de una investigación motorizada por la Fiscalía Nacional en lo Penal Económico n° 3, cuyo titular es Emilio Guerberoff. El fiscal contó con la asistencia de la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar), que articuló con autoridades de otros países como punto de contacto de la Red de Fiscales Antidrogas de la Asociación Iberoamericana de Ministerios Públicos (AIAMP).
La detención en el aeropuerto panameño de Tocumen –que derivó inmediatamente en la captura de la organizadora de la empresa criminal en la Argentina- se realizó gracias a escuchas telefónicas, en las que se reveló que desde nuestro país se había “reclutado” a una persona para transportar drogas desde Perú hasta Israel.
La investigación llevada adelante por la Fiscalía a cargo de Guerberoff se inició en 2016 a partir de la detección de una encomienda dirigida a Hong Kong que contenía 550 gramos de cocaína oculta en piezas de maquinaria eléctrica. El trabajo desarrollado junto a la División Operaciones Federales de la Superintendencia de Drogas Peligrosas de la Policía Federal determinó la vinculación que existía con otros dos envíos a Grecia y a Holanda.
Las diversas escuchas permitieron demostrar la existencia de una organización transnacional con asiento en nuestro país. Está integrada principalmente por una mujer de nacionalidad argentina y su pareja, quienes actuaban junto a distintas personas radicadas en el extranjero,
El “modus operandi” elegido por los integrantes de esta organización transnacional era reclutar y captar la voluntad de personas radicadas en nuestro país para que oficien como “correos humanos” o comúnmente denominados “mulas”, coordinando con personas radicadas en terceros países la recepción y alojamiento de aquellas, como así también la entrega de las sustancias estupefacientes que tenían como destino final distintos países europeos.
Puntualmente, se determinó que en noviembre de 2016, bajo las directivas de este grupo criminal, una persona viajó desde Buenos Aires hacia San Pablo, Brasil, y desde allí a Budapest, Rumania, transportando consigo sustancias estupefacientes, las cuales le fueron entregadas por otro contacto de la organización en la ciudad brasileña.
La investigación se inició en 2016 a partir de la detección de una encomienda dirigida a Hong Kong que contenía 550 gramos de cocaína oculta en piezas de maquinaria eléctrica.
Contacto en Perú
A través de las tareas de investigación desarrolladas por la Policía Federal en nuestro país, el fiscal Emilio Guerberoff tomó conocimiento que una nueva persona había sido “reclutada” por la organización y que abordaría un vuelo con destino a la República de Perú, lugar donde tomaría contacto con otra parte de la organización radicada en ese país.
A través de la Procunar y de la Dirección General de Cooperación Regional e Internacional, se alertó al Ministerio Público Fiscal de la República de Perú en el marco de la cooperación espontánea, para que allí se iniciaran las investigaciones a fin de conocer las conexiones internacionales y determinar los movimientos de estas personas.
Luego de mantener una vigilancia durante una semana, las autoridades peruanas alertaron que la persona sospechosa había abordado un vuelo con destino a la ciudad de Panamá, por lo que se advirtió a las autoridades policiales de ese país, quienes la interceptaron y requisaron su equipaje en el Aeropuerto de Tocumen. Hallaron en su poder aproximadamente 2,47 kilogramos de sustancias conformadas a base de cocaína, las cuales se encontraban ocultas en el interior de su equipaje. El pasaje tenía como destino final Israel, con escala en la República Federal de Alemania.
Detenciones
A partir del hallazgo de droga en la valija de esta persona, el titular del Juzgado en lo Penal Económico N°2, Pablo Yadarola, dispuso inmediatamente la detención de la organizadora de estas actividades y el allanamiento de sus domicilios, lo que se concretó horas después de la aprehensión producida en Panamá.
A través del intercambio espontáneo de información entre puntos de contacto de la Red de Fiscales Antidrogas de la AIAMP, la Procunar obtuvo inmediatamente todas las actuaciones labradas en Panamá que daban cuenta de la detención del correo humano y del hallazgo de drogas en su poder, de modo tal que el MPF pudiera aportar la prueba necesaria para imputar a esta mujer su responsabilidad en la organización y el financiamiento de aquél contrabando de drogas.
El juez Yadarola indagó a la imputada el 4 de abril por estos hechos, como así también por haber sido parte del intento de exportación de estas sustancias en al menos tres oportunidades mediante el envío de encomiendas a distintos países y por haber captado a personas para llevar adelante estas actividades.
Como parte de este intercambio de información dentro de la Red de Fiscales Antidrogas y a pedido del fiscal Guerberoff, esta prueba fue remitida también a la fiscalía de Panamá para ser utilizada en el proceso judicial que se lleva adelante en ese país.