26 de abril de 2024
26 de abril de 2024 | Las Noticias del Ministerio Público Fiscal
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Requerimiento de la Fiscalía Federal N°3 de esa jurisdicción
Rosario: pidieron que vaya a juicio el padre del líder de una banda relacionada con la organización “Los Monos”
A Francisco Rodríguez Villarreal se le imputa haber integrado la organización narcocriminal que encabezaba su hijo, Julio Andrés Rodríguez Granthon, condenado junto a Ariel “Guille” Cantero por tráfico de estupefacientes.

El fiscal ad-hoc de la Fiscalía Federal N°3 de Rosario, Santiago Alberdi, le solicitó al titular del Juzgado Federal N°4 de esa jurisdicción, Marcelo Bailaque, la elevación a juicio oral parcial de la investigación seguida contra el ciudadano peruano Francisco Rodríguez Villarreal, a quien acusó como partícipe necesario de comercio de estupefacientes agravado por la intervención de tres o más personas organizadas para su comisión.

De acuerdo al requerimiento del Ministerio Público Fiscal, el hombre está acusado de integrar una organización dedicada al tráfico ilícito de estupefacientes, que funcionaba desde diciembre de 2017, bajo el liderazgo de su hijo, Julio Andrés Rodríguez Granthon, quien fue condenado, en octubre de 2021, a la pena de 12 años de prisión como organizador de tráfico de estupefacientes y comercio de drogas agravados por la intervención de tres o más personas. En el mismo debate también se condenó a Ariel Máximo “Guille” Cantero, líder de la organización “Los Monos”.

La banda liderada por Rodríguez Granthon se dedicaba a la recepción, fraccionamiento, distribución y venta de material estupefaciente en distintos sectores de Rosario y localidades vecinas. Así, en una serie de procedimientos ordenados oportunamente, se detuvo a otros miembros de la organización -que también fueron condenados junto al hijo del acusado- y se incautó gran cantidad de marihuana, cocaína y armas de fuego.

En la investigación, en la que intervino la fiscal Adriana Saccone, se determinó que Rodríguez Villarroel colaboraba con su hijo en la organización criminal. En ese contexto, le proveía distintos vehículos para que usaran él o sus colaboradores al tiempo que, también, se lo observó descargando bolsas en un domicilio de la calle Miliciano Rosarino al 9100, que funcionaba como lugar de acopio de las drogas que luego eran distribuidas para su comercialización.