La edición del domingo del diario Crónica trajo consigo, por cuarta vez, un nuevo número del suplemento “Acceso a la Justicia” que el Ministerio Público Fiscal realiza en conjunto con el matutino. En esta oportunidad, abordó el derecho a la identidad en razón del robo sistemático de niños y niñas durante la última dictadura cívico-militar, un delito aberrante de nuestro pasado reciente por el que aún hoy continúa la búsqueda de 400 chicos apropiados. ¿Qué es el derecho a la identidad? ¿A quiénes afecta su vulneración? ¿Cómo son los mecanismos de búsqueda y a dónde acudir en caso de dudas? Esas son algunas de las preguntas -y sus respectivas respuestas- que planteó la publicación.
En ese sentido, incluyó un reportaje con Pablo Parenti, titular de la Unidad de Apropiación de Niños y Niñas durante el terrorismo de Estado creada en octubre de 2012 por la procuradora General de la Nación, Alejandra Gils Carbó. Parenti describió las funciones asignadas a la unidad y las condiciones históricas y burocráticas que permitieron la puesta en práctica del plan sistemático. “El sistema de justicia también fue cómplice”, afirmó.
Además, los lectores encontraron en sus páginas una entrevista a los hermanos Alejandro, María Ester y Carlos Ramírez y su padre Julio. Todos ellos fueron víctimas de un caso paradigmático de apropiación. El 14 de marzo de 1977, fueron testigos de los homicidios de su madre Vicenta Orrego y dos compañeros, ejecutados por fuerzas militares y policiales en una vivienda del barrio San José, en el partido de Almirante Brown. Los niños, quienes por entonces tenían 2, 4 y 5 años, fueron enviados por el Tribunal Oral de Menores N°1 de Lomas de Zamora al Hogar de Belén de Banfield, donde fueron víctima de maltratos, humillaciones y abusos sexuales. Según el fiscal que interviene en la instrucción de la causa, en el expediente de guarda se violaron “todas las disposiciones que regían en la materia”. Hoy, la familia asegura desde Suecia -donde vive- que lucha “para florecer de nuevo” y que entiende “lo que sufren los niños hijos de desaparecidos”.