El titular de la Produraduría de Trata y Explotación de Personas (PROTEX), Marcelo Colombo, el fiscal general de Mar del Plata, Daniel Adler, y el abogado de la Fundación María de los Ángeles, Carlos Garmendia, coincidieron sobre la necesidad de que el Ministerio Público asuma un rol protagónico en la investigación del delito de trata de personas, en el marco de la XVI Reunión Anual de fiscales llevada a cabo el 29 de noviembre pasado.

Los funcionarios y el abogado participaron de un panel. Aquí se ofrece un resumen audiovisual de los conceptos que vertieron ante más de 300 fiscales y funcionarios del Ministerio Público.

Colombo centró su intervención en la importancia de avanzar en la investigación de casos "donde estemos hablando de una red organizada, y en esos mismos casos en donde además puede haber algún tipo de incautación patrimonial o decomiso respecto de los bienes que esta modalidad delictiva genera". El fiscal agregó que "también puede haber connivencia de funcionarios públicos y esa es la tercera pata que estamos trabajando este año".

Por su parte, el abogado Garmendia destacó la labor de la Protex y señaló que la organización civil que representa recibe denuncias, aunque puso énfasis en que "el que investiga es el Poder Judicial y son los fiscales" y puntualizó que es por ello que se necesitan "a los fiscales y al Poder Judicial como aliados. Esa alianza es fundamental en esta lucha".

En tanto, el fiscal marplatense Daniel Adler aseguró que la trata de personas es un delito "complejo", y remarcó que "muchas veces está frente a nosotros y no lo vemos o no lo queremos ver. En última instancia, los fiscales, en defensa de la legalidad, tenemos que saber ver la ilegalidad".

Adler ejemplificó, al respecto, con el caso del prostíbulo La Posada, que funcionó en Mar del Plata hasta que una exitosa investigación del Ministerio Público Fiscal logró desbaratar la empresa criminal y rescatar a 32 mujeres. "Las tareas de inteligencia, los partes, las observaciones de las diferentes policías que intervinieron daban cuenta de que eran traídas prácticamente cómo reses de la casa al lugar de explotación, y esto estaba a la vista de todo el mundo. La casa del Obispo de Mar del Plata estaba a media cuadra; la comisaría primera, a seis, y la Intendencia, a siete. Y el juez federal nos denegaba las órdenes de allanamiento".

En este caso, explicó el fiscal general, "se ve lo que es la independencia: es tener una hipótesis, una tesis, y llevarla hasta las últimas consecuencias más allá de lo que los jueces piensen. Esa es la enseñanza del caso".