La fiscal a cargo de la Fiscalía Federal de Primera Instancia N° 2 de Neuquén, María Cristina Beute, y el y la fiscal cotitulares de la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (Protex), María Alejandra Mángano y Marcelo Colombo, requirieron al Juzgado Federal N° 2 de esa ciudad la elevación a juicio de la causa que tiene a tres personas acusadas por el delito de trata de personas con fines de explotación sexual en dos prostíbulos “privados” ubicados en la capital provincial. Las víctimas fueron al menos seis mujeres, todas oriundas de la República del Paraguay, quienes se hallaban en situación de vulnerabilidad.

El requerimiento incluye dos investigaciones, que tramitaron por separado y que fueron acumuladas formalmente hace algunos meses a solicitud de la fiscalía.

B.N.L.N. se encuentra acusada de ser coautora del delito de trata. Por su parte, las conductas atribuidas a M.H.V. y A.L.B.B. resultaron ser constitutivas del delito de facilitación del ejercicio de la prostitución ajena y explotación económica del ejercicio de la prostitución ajena, delitos que –según precisó la fiscalía en su presentación- concurren en forma ideal entre sí y por los que deben responder en calidad de autores y partícipes necesarios, respectivamente.

En la pieza acusatoria las y el representantes del Ministerio Público Fiscal solicitaron además la reparación económica y restitución de los derechos para las víctimas del caso.

Según consta en el requerimiento de elevación a juicio, los elementos reunidos en la investigación permiten acreditar que B.N.L.N. se dedicó a la captación, traslado, recepción y acogimiento de mujeres extranjeras con la finalidad de concretar su explotación sexual entre, al menos, mayo de 2013 y septiembre de 2016.

En la pieza acusatoria la fiscalía y la PROTEX solicitaron además la reparación económica y restitución de los derechos para las víctimas del caso.

Los hechos habrían tenido lugar en dos prostíbulos que funcionaron bajo la modalidad de “privados”; el primero, ubicado en la calle Libertad 915 –en torno al cual giró la investigación iniciada en primer lugar-; y, posteriormente, el segundo, en el domicilio de La Pampa 1156 –segunda investigación-, ambos de la ciudad de Neuquén. Allí, mujeres en situación de vulnerabilidad habrían sido prostituidas, bajo el control y dirección de la imputada B.N.L.N., quien se habría apoderado del 50 por ciento del valor de los denominados “pases”.

A través de la información reunida en ambos legajos, se pudo acreditar que los encuentros sexuales entre las mujeres y los prostituyentes eran pactados de manera telefónica y que se concretaban en el interior de los domicilios con un valor previamente dispuesto por B.N.L.N. Además, eran promocionados especialmente a través del sitio web “Valle Intimo”.

La fiscalía describió que el horario en que se desarrollaba la actividad era, prácticamente, las 24 horas del día, ya que las víctimas debían encontrarse disponibles ante la llegada o “envío” de clientes, desde que se despertaban hasta altas horas de la noche, de lunes a lunes.

A través de varios testimonios -referenciados en el requerimiento- se pudo establecer también que la principal imputada utilizaba mecanismos de control y amenazaba a las víctimas. En tal sentido, las atemorizaba al desarrollar rituales y obligarlas a practicar la religión Umbanda. Además, les señalaba que no debían salir del inmueble porque podían “perder los dientes o el cabello”. Dos de las víctimas aseguraron que mintieron en sus primeras declaraciones debido al temor que le tenían a la imputada por posibles represalias.

Para el y las fiscales, el total de prueba reunida hasta el momento permite suponer que el circuito de rotación y renovación de mujeres dispuesto por la principal imputada era de tal magnitud que se desconoce la cantidad exacta de mujeres que pasaron por aquellos prostíbulos.

B.N.L.N estuvo prófuga por dos años y medio aproximadamente. Sin embargo, luego de la intervención de Interpol y del Departamento de Asistencia Internacional y, tras las gestiones realizadas con las autoridades de la República del Paraguay, se logró su detención y posterior traslado a nuestro país.

Puntualmente, los hechos por los cuales se encuentra imputada la mujer son seis: cuatro se cometieron en el prostíbulo de calle Libertad 915 y dos en el de La Pampa 1156. En la mayoría de los casos, se consideró acreditada la existencia de procesos previos de captación, traslado y acogimiento, configurativos del delito de trata de personas.

Para la fiscalía, de la prueba recolectada en el legajo surge con claridad el liderazgo de B.N.L.N. –sostenido a través de años- en el desarrollo de la empresa criminal dedicada a captación, traslado, recepción y acogimiento de mujeres jóvenes oriundas de Paraguay con la finalidad de obtener un rédito económico a partir de su explotación sexual.

Las víctimas debían encontrarse disponibles ante la llegada o “envío” de clientes, desde que se despertaban hasta altas horas de la noche, de lunes a lunes.

El caso ya cuenta con una persona condenada a cinco años de prisión por el delito de trata de personas con fines de explotación sexual agravada en la modalidad de traslado en perjuicio de una de las víctimas. El condenado, identificado como A.P., fue pareja de B.N.L.N.

Origen de las investigaciones

La pesquisa en torno al prostíbulo ubicado en calle Libertad 915 se inició el 5 de marzo de 2014 a raíz de una denuncia anónima que se recibió en la línea 145 mediante la que una persona de género femenino denunció que, desde hacía aproximadamente un año, en ese lugar se estarían explotando sexualmente a mujeres menores de edad.

Tras una investigación previa, el prostíbulo fue allanado el 30 de marzo de 2014 por personal de Prefectura Naval Argentina. En esa oportunidad fueron encontradas en una habitación del inmueble dos de las víctimas junto con otra mujer-todas de nacionalidad paraguaya- vestidas sólo con ropa interior. Se incautaron, entre otros elementos, dos hojas A4 con anotaciones de “pases”.

La segunda pesquisa se inició a partir de una denuncia, también en la línea 145, por quien luego brindó su testimonio en la fiscalía. En esa oportunidad, la persona manifestó que en La Pampa 1156 había mujeres de nacionalidad paraguaya que prestaban servicios sexuales, y que eran explotadas por una persona trans apodada N., quien era la propietaria del prostíbulo, donde también hospedaba a las explotadas y a quienes retenía el 50 por ciento del dinero percibido por el “pase”.

Las tareas de investigación criminal realizadas por personal de Prefectura a partir del 7 de julio de 2016 permitieron establecer la efectiva existencia del lugar, así como su funcionamiento como prostíbulo.

Finalmente, el 30 de septiembre de 2016 se llevó adelante el allanamiento en el prostíbulo de la calle La Pampa 1156 donde, además de ser halladas dos de las víctimas, fueron identificadas prendas de lencería erótica, envases de gel íntimo, una importante cantidad de preservativos y un total de 12 mil pesos en efectivo, que dan cuenta de la actividad allí realizada.