Ya son 15 los testigos que declararon en el juicio oral y público al que tres personas llegaron acusadas de trasladar con fines de explotación sexual al menos a ocho mujeres en situación de vulnerabilidad en el local nocturno denominado “Sheik”, uno de los más conocidos de la capital provincial. El debate había comenzado el lunes ante el Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Tierra del Fuego. Solo una de las imputadas se encuentra detenida pero en el marco de otra causa. Se trata del primer proceso en que una víctima es querellante contra sus tratantes.
Dentro de las personas que brindaron su testimonio, algunas de manera presencial y otras por videoconferencia, se encuentran: cinco gendarmes, dos profesionales del Programa de Rescate del ministerio de Desarrollo Social de Tierra del Fuego, un médico del hospital de Ushuaia y dos víctimas más. Estas declaraciones se suman a la de Alika Kinan, que además es querellante, y que lo hizo el lunes. En ese sentido, los nuevos testimonios fueron coincidentes con el relato de Kinan y dieron cuenta que el sistema de explotación era abusivo y muy violento.
Mañana, se realizarán los alegatos de la querella, a cargo de Marcela Rodríguez, y de la Fiscalía, encabezada por los fiscales Adrián García Lois y el cotitular de la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (Protex), Marcelo Colombo.
El caso
La causa se inició a raíz de la declaración formulada por una víctima en la provincia de Tucumán, el 19 de noviembre de 2011, en la que dijo que había estado en un prostíbulo en Tierra del Fuego, donde había sido explotada.
Además, detalló que fue trasladada y que en 2011 vivió en el local “Sheik” donde fue explotada sexualmente junto a otras mujeres de entre 21 y 28 años, algunas de ellas argentinas y otras oriundas de República Dominicana y Colombia.
El titular de la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (Protex), Marcelo Colombo, formalizó la denuncia en el marco de la misma causa, el 12 de abril de 2012, ante el Juzgado Federal de Ushuaia.
Como consecuencia, se delegaron las investigaciones a la Fiscalía Federal de Primera Instancia de Ushuaia, a cargo de Juan Arturo Soria, y se iniciaron las investigaciones.
En octubre de 2012, el representante del MPF solicitó el allanamiento en el prostíbulo Sheik así como en la vivienda de sus presuntos dueños. Como resultado, ocho víctimas fueron rescatadas del boliche y los tres acusados fueron detenidos. Además, a partir del material recolectado y de la declaración de las mujeres, se pudo establecer que vivían en condiciones de hacinamiento, que el lugar no contaba con normas de seguridad ni higiene y se pudo observar la presencia de roedores así como una cantidad considerable de basura acumulada. Asimismo se pudieron secuestrar los “libros de pases”, planillas con anotaciones, la constancia de pasajes aéreos y un cilindro metálico que tenía diversas pulseras que sería otra manera de tener un control de los denominados “pases” de forma de que no queden registros escritos.