En línea con lo solicitado por el responsable de la Fiscalía Federal de Paso de los Libres, a cargo de Aníbal Fabián Martínez, el juez federal de esa localidad, Gustavo Fresneda, ordenó 28 allanamientos que culminaron con la detención de dieciséis personas acusadas de integrar una asociación ilícita dedicada al contrabando de mercaderías y lavado de activos. Además, se incautaron aproximadamente 200 millones de pesos y se secuestraron 65 vehículos de alta gama -entre ellos un colectivo, una casa rodante y un motorhome-, lanchas, canoas, teléfonos celulares y otros elementos de interés para la causa.
Los operativos, que tuvieron lugar el 29 de noviembre pasado, se realizaron en un autoservicio mayorista, el Jockey Club de Monte Caseros -conocido como Club Hípico-, una carnicería, una tienda comercial, una librería, dos locales de una agencia de compra-venta de automotores y en los domicilios de los sospechosos.
De acuerdo al dictamen del representante del Ministerio Público Fiscal, las conductas investigadas en la causa se vinculan con la existencia de una asociación ilícita dedicada al contrabando de mercaderías a través de puertos no habilitados desde la ribera de la localidad correntina de Monte Caseros hacia las costas de la República Oriental del Uruguay y la República Federativa de Brasil. El dinero proveniente del contrabando sería utilizado por los imputados para la adquisición de bienes muebles o inmuebles, que luego pondrían en circulación en el mercado, con el fin otorgarle apariencia licita a su origen espurio.
Los presuntos miembros de la organización habrían actuado en forma coordinada, con permanencia en el tiempo y división funcional de roles, al menos desde los años 2020 o 2021, hasta el presente, pero tuvo su auge de actividad durante el cierre de fronteras, producto de las restricciones impuestas por la pandemia del virus COVID-19.
“La organización estaría bajo la dirección de una persona determinada, con los demás miembros de la organización interrelacionados entre sí, ya sea para cumplir el rol de proveedores, pasadores y facilitadores de rodados y/o embarcaciones y/o domicilios para acopio de mercaderías y/o como reclutadores de personas”, señaló el fiscal en su dictamen.
En su presentación, el fiscal Martínez también destacó el notable incremento que tuvo el delito de contrabando -en sus diferentes tipos- en dicha jurisdicción, y aseguró que se trata de “una oportunidad propicia de avanzar sobre estas estructuras jerárquicas de estas organizaciones delictivas constituyendo esta investigación un punto de partida ideal para lograr ese objetivo”.
Los hechos
La investigación se inició el 27 de abril de 2021, cuando funcionarios de la Prefectura de Monte Caseros se constituyeron en inmediaciones del Km 476,6, sobre el margen derecho del Rio Uruguay. Allí, visualizaron -a 200 metros del río- diferentes bultos de color negro escondidos en el terreno, que contenían: 713 botellas de whisky Vat 69 de 750ml, 929 botellas de vino marca D.V. Catena de 750ml, y seis botellas de vodka marca Coctel de un 1 litro. Sin embargo, en el lugar no encontraron a ninguna persona que custodiara la mercadería.
A consecuencia de ello, la Prefectura Naval Argentina envió un sumario judicial a la fiscalía adjuntando dicha información. En virtud de ello, el MPF encomendó a esa fuerza la realización de diversas tareas investigativas con el objetivo de recabar mayores datos e identificar a la o las eventuales personas involucradas. Así, se logró determinar que existiría un grupo de personas de la localidad de Monte Caseros que se dedicaría a la compra -y posterior reventa- de mercaderías varias (fernet, vinos, whiskies, etc.), para lo cual utilizaban lanchas o botes para transportarlas, a través de puertos no habilitados y en horarios nocturnos discontinuos, con el propósito de evadir las restricciones vigentes.
Una vez avanzada la investigación, se pudo establecer el modus operandi de la organización: los sospechosos adquirirían las mercaderías en un autoservicio mayorista de la localidad de Monte Caseros, denominado “El Nocherito”.
Posteriormente, ese comercio entregaría los objetos en días hábiles y en diferentes domicilios, donde eran acondicionados en bolsas negras, para luego transportarlas al puerto de destino por distintos caminos de zonas rurales en horario nocturno. El transporte terrestre se efectuaba con camionetas y vehículos de alta gama.
Asimismo, previo a transportar la mercadería hacia los puertos, los sospechosos efectuarían tareas de inteligencia para evadir las restricciones vigentes en junio de 2021 y de evitar los controles policiales. Una vez asegurado el libre trayecto, llevaban la carga hasta el lugar acordado con los pasadores extranjeros, para que estos naveguen por aguas limítrofes hacia la costa argentina, y así evadir el control migratorio.
Cuando las embarcaciones llegaban a destino, se realizaba el transbordo de las mercaderías, y se abonaba las operaciones o transacciones con dólares estadounidenses.
A su vez, se estableció que tres de los miembros de la organización alquilarían un galpón ubicado a cuatro kilómetros y medio del casco urbano, donde acopiarían y acondicionarían las cargas.