Por más de cuatro horas declaró como testigo el comandante de la Gendarmería Nacional Argentina (GNA) Hugo Iseas, en el marco de una nueva audiencia del juicio por la represión policial en la ciudad de Buenos Aires el 19 y 20 de diciembre de 2001, durante los últimos días de Fernando De la Rúa como presidente. Además, brindaron su testimonio sus colegas de la fuerza José Saboredo y Adolfo Aranda.
Las preguntas de las partes a Iseas se refirieron a las pericias realizadas sobre los lugares de disparo, trayectoria y caída de las víctimas Marcelo Riva, Diego Lamagna y Carlos Almirón, que tuvo lugar sobre la Avenida de Mayo. Los disparos se habrían realizado desde la calle Tacuarí en dirección al Congreso de la Nación.
Iseas recordó que para realizar las pericias, en el marco de una reconstrucción en 2002, se guiaban según lo que iban indicando los testigos. A partir de esas declaraciones, estimó que Riva y Lamagna "caen en un periodo muy cercano de tiempo", ya que uno de los testimonios refirió que "al alzar la vista", tras ver a Riva -que se desplazaba en una moto-, enseguida vio en el piso a Lamagna. Como ambas víctimas recibieron el impacto de una posta de plomo, no descartó que hayan provenido del mismo disparo de escopeta, por la dispersión que se produce en la detonación. Por otra parte, también rememoró que el peritaje arrojó que Almirón fue alcanzado por un disparo en la misma dirección.
Luego de un cuarto intermedio, fue el turno del oficial de peritajes de la GNA Saboredo, quien trabajó en la compaginación de una serie de imágenes audiovisuales tomadas por la televisión para su correlación en secuencias. Precisó que la tarea le fue encomendada para relevar "hechos de violencia por parte del personal policial". Finalmente, ya por la tarde -su exposición comenzó alrededor de las 16- declaró Aranda, quien como especialista en balística también participó de la reconstrucción. Fue consultado sobre el armamento y las municiones utilizadas por la Policía Federal.
En el juicio sustanciado ante el Tribunal Oral Federal N°6 los acusados son el ex secretario de Seguridad de la Nación, Enrique Mathov; el ex jefe de la Policía Federal Argentina (PFA), Rubén Jorge Santos; el ex jefe de la Superintendencia de Seguridad Metropolitana de la PFA, Norberto Gaudiero; y el ex jefe de la Dirección General de Operaciones de esa fuerza, Raúl Andreozzi, por los delitos de abuso de autoridad y violación de deberes de funcionario público, homicidio culposo en cinco casos y lesiones culposas en 116 casos.
El segundo grupo de imputados está integrado por los oficiales de la Policía a quienes se atribuyen, puntualmente, algunos de los homicidios (consumados o tentados), lesiones, vejaciones o encubrimientos durante los operativos. Ellos son: Orlando Oliverio (por entonces comisario inspector), Carlos José López (ex subcomisario), Eugenio Figueroa (ex principal); Roberto Juárez (ex sargento primero), Gonzalo Firpo Castro (ex agente), Norberto Sabbino (ex inspector), Sebastián Saporiti (por entonces auxiliar), Horacio Berardi (ex auxiliar), Mario Seia (ex principal); Víctor Belloni, Omar Bellante (por entonces subcomisario), Carlos Loforte y el ex subcomisario Jorge Toma.En representación del Ministerio Público Fiscal intervienen Mauricio Viera y Mariano Domínguez.