29 de marzo de 2024
29 de marzo de 2024 | Las Noticias del Ministerio Público Fiscal
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Los fundamentos se darán a conocer el 14 de agosto
Condenaron a 15 años de prisión al acusado del asesinato del hijo de Nélida Sérpico
El Tribunal Oral en lo Criminal N°1 lo encontró culpable del crimen de Octavio Gómez, cometido en diciembre de 2005. Los jueces dispusieron la misma pena que la solicitada por la fiscal del juicio, Mónica Cuñarro.

Luego de estar prófugo durante más de ocho años, Facundo Emanuel Caimo fue condenado a 15 años de prisión por el homicidio del adolescente Octavio Gómez, cometido el 22 de diciembre de 2005 en el Barrio Rivadavia I de la Ciudad de Buenos Aires. Los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal N°1 impusieron la misma condena que había solicitado la fiscal del juicio Mónica Cuñarro en su alegato y dispusieron que se extraigan testimonios para investigar el accionar de la Policía Federal.

Antes del veredicto, el acusado hizo uso de las últimas palabras durante poco más de un minuto. “Soy inocente. Me tienen que absolver como a Nicolás Romero, porque son las mismas pruebas”, consideró. Caimo hizo referencia a otro joven, que había sido juzgado por un tribunal de menores por el mismo caso.  “Entiendo el dolor de la señora, pero tengo dos hijas que están sufriendo. Hace seis meses que no las veo”, continuó.

Nélida -la madre de Octavio que logró dar con el paradero del ahora condenado- no está de acuerdo. “Si es inocente ¿por qué no se presentó ante la justicia en estos 8 años, al igual que Romero? ¿O cuando empezó el juicio? El día que lo encontré, una vecina de él me alertó para tenga cuidado, ‘que eran tranzas, gente mala’”, recordó en diálogo con Fiscales.

Por otro lado, destacó el trabajo de la fiscal: “Es firme. Mi marido me dijo: ‘Tiene el mismo carácter que vos’”. “En cuanto la conocí, confié en que iba a sacar el juicio adelante”, afirmó. Sólo faltaban horas para que se conociera el veredicto.

La sentencia

Apenas pasadas las 15:00, los jueces dieron a conocer su resolución. Embargada por la emoción y todavía dentro de la sala de audiencias, Nélida habló con los medios de comunicación que cubrieron la audiencia: “Gracias a la justicia. Logramos lo que queríamos, hice todo por él”. La madre del joven asesinado recordó la búsqueda personal que emprendió hasta que logró dar con el paradero de Caimo. Recorrió el barrio con un identikit que le habían acercado, disfrazada y con el cabello teñido de un color diferente al castaño oscuro que luce hoy. Al dar aviso a la policía, le pidieron que “llamara nuevamente en unos minutos”, por lo que debió contactar a la Gendarmería, que fue la fuerza de seguridad que finalmente cercó y detuvo al entonces prófugo.

Por su parte, Cuñarro expresó: “Nélida clamó justicia sin recursos, aun arriesgando su vida. El imputado hoy no habría sido condenado en un juicio justo si no fuera por ella. Esto es un acceso real a la justicia. La procuradora General puso a disposición todos los recursos que la víctima necesitó. Todos estamos muy emocionados”.

El caso

En el alegato, Cuñarro consideró que la causa formó parte de una problemática que atraviesa al sur de la Ciudad de Buenos Aires, con bandas que se disputan el territorio para la comercialización de drogas. En 2005, mientras estaba internado y con custodia policial, un amigos que también fue baleado le dijo a Nélida y a otra persona quién había sido el autor de los disparos. El testimonio también lo había dado en el trayecto hacia el Hospital, mientras se desangraba del balazo por el que perdió el riñón. Además, quedó plasmado en la denuncia formal. Acusó a Caimo, quien vive en el Barrio Rivadavia I, al igual que él.

Asistencia de ATAJO

En el marco de las audiencias, la fiscal contó con la colaboración del Programa de Acceso Comunitario del Ministerio Público, que en un detallado informe explicó las dificultades a las que se enfrentaba el mencionado testigo-víctima al presentarse a declarar.

Fue la primera asistencia brindada por el programa que coordina Julián Axat a un fiscal de juicio. El representante del MPF manifestó que se dispuso el acompañamiento de Nélida por parte del psicólogo del equipo. Además, calificó como una experiencia “muy rica que permitió asistir a los fiscales, la otra gran función” de las ATAJO. “El acceso a la justicia se llevó a cabo en un caso concreto, que lleva a fortalecer la actividad del MPF con más y mejores herramientas y cumplir con un ideal de justicia”. Ese ideal, señaló, es que los jueces visibilicen la situación de barrios desprotegidos desde una lógica distinta. “Ahora, toda madre o padre en estado de vulneración puede acudir a ATAJO”, enfatizó.