El fiscal general Miguel Palazzani participó ayer de una audiencia por videoconferencia de la que también formaron parte el juez federal de Neuquén Gustavo Villanueva, el defensor oficial Pablo Matkovik y un representante de los detenidos en la Unidad Penitenciaria de Senillosa, ubicada en esa provincia, celebrada para dar cuenta y analizar una serie de reclamos de parte de las personas allí alojadas.

El encuentro se produjo luego de que los internos del Pabellón C1 del módulo 1 de la Unidad iniciaran, este jueves, una huelga de hambre con reclamos que llegaron hasta el magistrado Villanueva. Los pedidos eran en torno a situaciones irregulares en la cantina del penal; problemas para transferir dinero de sus peculios a sus familiares; que se haga efectiva la acordada de la Cámara Federal de Casación Penal que ordenó que se analicen los pedidos de arrestos domiciliarios bajo determinados parámetros; y que durante los recuentos realizados por el Servicio Penitenciario Federal (SPF) en el día, el personal utilice elementos de protección para evitar la propagación del Coronavirus.

Frente a ese escenario, el Juez Federal convocó de inmediato a una audiencia por Skype. Palazzani destacó que "el ámbito virtual se convirtió en un espacio de diálogo donde se pudieron oír los reclamos efectuados, dar soluciones y encaminar las peticiones que deben tramitarse ante otros tribunales", entre otros aspectos.

En ese sentido, el representante del Ministerio Público Fiscal indicó que la inmediación pudo destrabar algunas de las solicitudes, en tanto quedaron pendientes otras situaciones que no dependen de la jurisdicción del tribunal neuquino; no obstante, se asumió el compromiso de gestionar y canalizar los distintos pedidos ante los jueces de ejecución respectivos de Capital Federal, que tienen bajo su cargo cerca de 400 personas detenidas en el Complejo Penitenciario Federal V.