El Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Paraná hizo lugar al pedido del fiscal General José Ignacio Candioti y condenó el viernes pasado a ocho años de prisión al conductor de un camión que en septiembre de 2012 fue interceptado en una ruta de Entre Ríos con 1019 kilos de marihuana, escondidida en un doble fondo de la caja. El Tribunal también dispuso el decomiso del vehículo, a raíz del impulso de Candioti, que logró concretar así una de las principales políticas criminales que impulsa la Procuración General para la afectación de los intereses de las organizaciones criminales.

"Pedí 8 años de prisión porque consideré la magnitud del injusto. Dije que desde el punto de vista objetivo tengo que ponderar que a mayor cantidad de droga, mayor peligro para el bien jurídico protegido, que es la salud pública. Y dije que no podía sustraerme en el análisis que la cantidad de dosis umbrales es 3 millones. Se podían armar tres millones de cigarrillos de marihuana", explicó Candioti a Fiscales.

El fiscal remarcó que el decomiso del camión -un Tata modelo 2000- es una de las directrices de trabajo propuestas por el titular de la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar), Félix Crous, quien impulsa que en el marco de los procesos "afectemos el núcleo económico del delito".

El condenado es el chofer Víctor Hugo Juárez, de 45 años. El TOCF de Paraná, integrado por Roberto López Arango (presidente), Noemí Berro y Lilia Carnero, arribó a la decisión por unanimidad.

El hallazgo lo concretó la Policía de Entre Ríos el 29 de septiembre de 2012 en el control vehicular que realiza esa fuerza en San José Feliciano, en la entrada a la provincia sobre la ruta provincial 28. Según pudo establecerse en la investigación, el cargamento procedía de Corrientes y viajaba rumbo a la Provincia de Buenos Aires.

La marihuana fue advertida por un perro antinarcóticos, a raíz de lo cual los policías convocaron a testigos e inspeccionaron el automotor. "Había un armado en la carrocería del camión, acondicionado con perfiles de hierro para sujetar 1375 paquetes-ladrillos de marihuana que pesaron 1019 kilos", contó Candioti.

El fiscal exhibió las fotografías de aquél hallazgo durante el juicio, en el que declararon trece personas, entre los policías que intervinieron en el procedimiento y los testigos del procedimiento. Candioti acusó a Juárez como "autor de transporte de estupefacientes", porque "estaba claramente determinado que tenía el dominio de los hechos y controlaba el curso causal de ese traslado de estupefacientes desde Corrientes a Buenos Aires, donde vivía".

El representante del Ministerio Público enfatizó: "No nos podemos olvidar de que este era un emprendimiento delictivo de gran relevancia porque lógicamente alguien cargó el estupefaciente y a su vez esta droga era llevada a alguien. Había detrás otras personas involucradas".

Parte de esa trama podría aparecer en un próximo debate oral en el que intervendrá Candioti y que tiene imputado a otro chofer por el transporte de un cargamento similar de estupefacientes, detenido veinte días antes en una zona cercana.

Los puntos de contacto entre ambos casos no son sólo el tenor de la carga, la forma de transporte y la misma zona de operaciones: ese mismo camión, un Mercedes Benz, también fue conducido por Juárez. Eso se pudo comprobar gracias al registro de una infracción de tránsito que la policía entrerriana había labrado al ahora condenado mientras conducía ese utilitario.