19 de abril de 2024
19 de abril de 2024 | Las Noticias del Ministerio Público Fiscal
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El hecho sucedió en diciembre de 2010
Robo de joyas a Mirtha Legrand: absolvieron a los tres acusados
La fiscalía había pedido seis años de prisión para la ex empleada de la conductora y cinco años para el hijo. Los fundamentos se conocerán el próximo 18 de mayo.

La jueza Ana Dieta de Herrero absolvió hoy a los tres acusados en el juicio por el robo de las joyas de Mirtha Legrand, en diciembre de 2010. Los fundamentos se conocerán el próximo 18 de mayo. La fiscal Dafne Palópoli había solicitado seis años de prisión para la ex empleada Lina Rosa Díaz y cinco años de prisión para el hijo de la mujer, acusados por el delito de “robo con armas cuya aptitud para el disparo no ha sido acreditada”. Para el tercer acusado, Jorge Petrak, tanto la fiscalía como la querella habían solicitado la absolución. La jueza consideró, además, que debía extraer parte del expediente para investigar si una testigo cometió falso testimonio

El 5 de diciembre de 2010, tres hombres maniataron al encargado del edificio de Avenida Del Libertador 2802 y subieron hasta el departamento de Legrand, ubicado en el cuarto piso. Sin prender las luces, robaron del vestidor del cuarto de la damnificada una caja de seguridad que contenía aproximadamente 20 mil dólares, 500 mil pesos y joyas por valor cercano al millón de dólares. También, se llevaron varios anteojos de sol, pañuelos con las iniciales de la diva y papeles varios.

El alegato fiscal

Para la fiscalía, quedó acreditada la participación de Díaz en el robo. Trajo al debate el anónimo que se recibió y del que se pudieron confirmaron varios datos, luego de una consulta a una fiscalía de instrucción. Allí, se explicaba que Marcos Verón González y Maximiliano Castany habían perpetrado el asalto y que ambos habían muerto después del hecho.

En la causa de la fiscalía de Marcelo Roma, incorporada al debate, se pudo observar cómo se relacionaban y con quiénes hablaban los señalados. A partir de eso, se citaron a tres testigos: Vanesa Rave, ex mujer de Verón González y las novias de los dos hombres al momento del hecho. Rave manifestó los dichos de Verón, quién le confesó que había sido “la cabeza del robo”. En esa misma línea, la novia de Castany también manifestó la participación de su pareja en el asalto.

Con sus testimoniales, Palópoli reconstruyó que fueron Verón y Castany quienes ingresaron al departamento por la puerta de servicio y que utilizaron una llave para hacerlo. Recordó que ni siquiera tuvieron que prender la luz de la vivienda para llegar al cuarto donde estaba la caja fuerte. Antes de irse, arrancaron el sistema de cámaras de seguridad que grababan el ingreso y egreso del edificio.

Con respecto a los juegos de llaves que había en el departamento, tanto Mirtha Legrand como su otra empleada sostuvieron que había dos juegos de llaves y que uno de ellos era el utilizado por Díaz. Ese punto es coincidente no sólo con el testimonio del encargado del edificio sino también con lo que dijeron las mujeres. Rave habló de que la llave "se la había dado la sirviente” mientras que la otra testigo comentó que "le habían entregado el trabajo desde adentro de la casa”.

Repasó Palópoli las llamadas telefónicas de los tres imputados, a las que calificó de “sugestivas”, ya que hablaban “como en código”. Determinó que Lina tenía conocimiento de la ubicación del departamento, del lugar donde estaba la caja de seguridad como para brindárselo a la banda, así como también sabía que ese fin de semana la víctima y su empleada no iban a estar en la casa.

Remarcó la cantidad de líneas que tenían los acusados: Díaz tenía siete; Jiménez, doce y Petrak, tres. Valoró la conducta posterior de la mujer al hecho: “siguió trabajando con total cinismo, con la idea de tener acceso a información privilegiada o de poder interferir en la investigación”, consideró. Tuvo como agravantes que se valió de “la confianza conferida y el aprovechamiento de esa circunstancia”, además del valor “económico y afectivo” que tenía lo robado.

La querella, por su parte, pidió siete años de cárcel para Díaz y seis para Jimenez. Consideró que ambos actuaron con malicia y ensañamiento y que violaron la confianza de la víctima. Las tres defensas solicitaron la absolución por considerar que no había prueba en contra de los acusados.