23 de abril de 2024
23 de abril de 2024 | Las Noticias del Ministerio Público Fiscal
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Requerimiento de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional N°2
Solicitaron juicio oral para un hombre acusado de un homicidio en Balvanera
De acuerdo a la investigación, Darío Ricardo Espinosa cometió el hecho con alevosía, ensañamiento y con el fin de consumar otro delito.

El titular de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional N°2, Santiago Vismara, solicitó el jueves pasado la elevación a juicio oral de la causa donde se investiga a un hombre por un homicidio ocurrido en la madrugada del 6 de febrero de este año en el barrio porteño de Balvanera.

De acuerdo al representante del Ministerio Público Fiscal, Darío Ricardo Espinosa es responsable por los delitos de “homicidio agravado por haber sido cometido con alevosía, ensañamiento y con el fin de consumar otro delito” y “robo con arma”. En la causa interviene el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional N°60, a cargo de Luis Schelgel.

De acuerdo con la acusación, el 6 de febrero de 2022, cerca de las 04.30, Espinosa caminaba junto a la víctima sobre la calle Catamarca al 100. Tras ofrecerle un trago de la cerveza que estaba tomando, el agresor atacó de manera sorpresiva al hombre y con un cuchillo lo hirió en por lo menos 14 oportunidades. De esta forma, logró quitarle el teléfono celular y se fugó del lugar.

Como consecuencia de las heridas, la víctima falleció pocas horas después en el Hospital Ramos Mejía. Al momento del ataque, el hombre estaba en un estado de “ebriedad completa” debido a que tenía 3,2 gramos de alcohol por litro de sangre. Esta situación fue aprovechada por Espinosa para llevar adelante la agresión.

La investigación

En el requerimiento de elevación a juicio, se mencionó la declaración de un policía que encontró el cuchillo utilizado en el homicidio y que había sido descartado por Espinosa en su huida. Además, se incorporaron las filmaciones de la cámara de seguridad de un edificio, donde quedó registrada tanto la agresión como los instantes previos y posteriores.

Esos videos fueron los que permitieron ubicar al agresor, ya que allí se observaban ciertos detalles característicos de su fisionomía. Tras un pedido realizado por la fiscalía, las filmaciones fueron publicadas en Fiscales.gob.ar el 12 agosto pasado con el objetivo de recolectar aportes para avanzar en el caso.

De esta forma, el mismo día la fiscalía recibió el llamado de una mujer que aseguró que su hijo conocía “de vista” al agresor porque solía estar en la calle donde “paraba” con sus amigos y que alguna vez se había tomado una cerveza con todos ellos. Aportó también una serie de fotos donde se veía a un hombre con prendas muy similares a las que aparecían en el video del ataque.

Los videos de la agresión difundidos públicamente provocaron que se acercaran diferentes testigos a la fiscalía, que presentaron información para individualizar al imputado.

Dos días después, un hombre llamó por teléfono e identificó con nombre y apellido al atacante. Tanto él como su madre dieron algunos datos particulares acerca de la vida de Espinosa, a la vez que dijeron que lo reconocieron por sus tatuajes.

En esa línea, la fiscalía recibió varios mails donde también se identificaba a Espinoza y que se señalaba que solía estar por la zona donde ocurrió el homicidio. Incluso en uno de los correos electrónicos se aportó el perfil de Facebook del imputado, lo que permitió acceder también a su cuenta en la red Tik Tok, donde grababa videos.

A la reconstrucción pormenorizada llevada adelante por el MPF se le sumó el análisis comparativo que hizo la División Homicidios de la Policía Federal Argentina entre los videos del hecho y las diferentes imágenes de Espinoza que se incorporaron a la causa, donde se concluyó que se trataba de la misma persona. En esa línea, se recibieron fotos que habían sido tomadas por integrantes del Complejo Penitenciario Federal 1 de Ezeiza, donde el hombre estaba detenido por un delito posterior, y que también coincidieron con el resto de la prueba recabada.

Alevosía y ensañamiento

En el requerimiento, el fiscal Vismara consideró que el delito se cometió con alevosía debido, por un lado, al “evidente estado de indefensión en el cual se hallaba la víctima, lo cual se desprende de los videos relevados, donde se lo observa con el pantalón roto, caminando con dificultad y tambaleando, todo lo cual permite afirmar que se encontraba en estado de ebriedad”. Esa impresión fue corroborada luego por el estudio toxicológico confeccionado por la morgue judicial.

Dentro del informe solicitado al Cuerpo Médico Forense, se le consultó si la víctima se hallaba en estado de indefensión con anterioridad al ataque. Los expertos contestaron que el sistema nervioso central de la víctima se encontraba disminuido en las condiciones para defenderse o reaccionar rápidamente para repeler el ataque debido al grado de alcohol en sangre que tenía.

“Objetivamente, entonces, la víctima se encontraba en un estado de indefensión tal, que le impedía oponer cualquier resistencia que implicara un riesgo para el agresor”, indicó Vismara, al mismo tiempo que aseguró que Espinosa obró “sobre seguro”, es decir, que aprovechó el estado del hombre para cometer el hecho sin riesgos, lo que incluso le permitió darse rápidamente a la fuga.

“Con respecto al ensañamiento, se ha logrado determinar que el accionar del imputado aumentó deliberadamente el dolor en la víctima, de manera innecesaria, acrecentando su padecimiento”, puntualizó el fiscal. Enumeró entonces la gran cantidad de puñaladas que infligió y la forma en que lo hizo. Por último, sostuvo que el homicidio fue el medio para lograr la consumación del robo del teléfono celular.