En la sala AMIA de los tribunales de Comodoro Py 2002, el Tribunal Oral Federal Nº 2 celebró una nueva audiencia por el accidente ferroviario ocurrido el 22 de febrero de 2012, cuando una formación de la línea Sarmiento colisionó cerca de las 8:30 contra un dispositivo de contención de la Estación Once, provocando la muerte de 52 personas y más de 700 heridos. Para ayer, estaba citado a declarar el ingeniero y perito oficial de la Corte Suprema de Justicia de la Nación Juan Alfredo Brito quién, junto a Raúl Díaz y Néstor Luzuriaga, peritaron el “chapa 16” luego del accidente. Luego de los peritajes, el testigo firmó en disidencia la mayoría de los puntos fundamentales del peritaje realizado sobre la formación.

Las interrupciones por parte de la defensa fueron continuas mientras el fiscal Fernando Arrigo preguntaba al testigo. Sin embargo, el representante del Ministerio Público se explayó sobre el análisis de las pericias técnicas. Brito afirmó que los frenos del “chapa 16” se activaron: “Si no hubiera frenado, el choque  hubiera sido duro pero no trágico”. El perito explicó que al disminuir la velocidad, la formación se colocó debajo del paragolpe y produjo el "acaballamiento" del vagón número dos sobre el uno, y del cuatro sobre el tres.

El ingeniero contó que a partir de los datos de velocidad que le brindó el GPS, concluyó que el sistema de frenado sí funcionó. Unos metros antes del impacto, la formación desaceleró de 27 kilómetros por hora a 20 kilómetros por hora. “Para mi, el GPS es como un documento federal. No puedo modificar los datos (...) es como modificar la caja negra de un avión. El GPS es la caja negra virtual del tren”, afirmó Brito.

El tribunal dispuso un cuarto intermedio hasta el lunes próximo, cuando Brito continuará con su declaración testimonial.