18 de abril de 2024
18 de abril de 2024 | Las Noticias del Ministerio Público Fiscal
Menu
“Es una de las conductas más aberrantes que he visto", dijo el fiscal Oscar Ciruzzi en su alegato
Pidieron 30 años de prisión para el hombre acusado de abusar sexualmente de su hija durante diez años
De acuerdo a la acusación, los episodios comenzaron cuando la chica tenía diez años y se prolongaron hasta sus 20 años a través de amenazas y violencia. Para la fiscalía, el relato de la víctima fue fundamental para reconstruir "la cronología de abusos y amenazas". Hoy alega la defensa del acusado ante el Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional Nº10.

El fiscal Oscar Ciruzzi solicitó ayer 30 años de prisión para Hugo Javier Gentili, acusado de abusar sexualmente de su hija en reiteradas ocasiones durante diez años. En su alegato, el representante del Ministerio Público Fiscal hizo hincapié en la gravedad de los hechos, en la manipulación y control que habría ejercido el imputado y en la relevancia que tuvo el testimonio de la víctima. El debate continuará hoy por la tarde con la exposición de la defensa del hombre de 46 años, detenido desde 2018 luego de permanecer prófugo durante un año.

La fiscalía, que contó con la asistencia de la auxiliar fiscal Mariana Ríos, utilizó como eje para su exposición el relato que la joven hizo ante los jueces del Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional Nº10. “Ella nos brindó la cronología de abusos y de las amenazas que padeció”, puntualizó el fiscal. Explicó entonces que los episodios comenzaron como abusos sexuales simples cuando tenía 10 años -agravados por haber sido cometidos por el padre de la víctima y por ser menor de 18 años- y que luego fueron intensificándose a medida que se acercaba a la adolescencia.

Esas agresiones se convirtieron en abusos sexuales con acceso carnal, gravemente ultrajantes y también agravados por el vínculo. La violencia se potenció aún más cuando la joven cumplió sus 18 años. Los ataques contra su integridad sexual terminaron cuando la chica le contó a su madre lo que sucedía y pudieron hacer la denuncia el 24 de julio de 2017.

Con la investigación y durante el juicio se evidenció que los delitos fueron intensificándose a medida que la víctima se acercaba a la adolescencia.

La acusación incluyó también dentro su alegato el delito de “exhibiciones obscenas y corrupción de menores”, ya que algunos de los abusos que sufrió la joven fueron cometidos en presencia de su hermano, hijo también del acusado. Además, en el requerimiento se describió una situación donde el imputado amenazó telefónicamente a la víctima unos meses después de que presentara la denuncia contra él.

“Los voy a matar a todos”: amenazas y coacción para perpetrar los abusos
El fiscal Ciruzzi relató que las situaciones de abuso comenzaron en 2007 y marcó que la joven identificó ese momento en su infancia con la enfermedad que estaba atravesando su madre. “Me besaba en la boca y me decía que en Italia se hacía así”, dijo la víctima al recordar los abusos y manoseos.

La fiscalía marcó que cuando la joven enfrentaba a su padre, éste le decía que iba a enfermar más a su madre y que si lo denunciaba e iba preso cuando saliera de la cárcel iba a matar a toda la familia. Los abusos ocurrían primero en la casa que compartían en el barrio de Villa Lugano y también en la casa de la abuela paterna de la niña. Al comienzo, se daban con una frecuencia mensual pero después ocurrían prácticamente todos los días.

Durante la adolescencia, a medida que la chica crecía, el control y la violencia que ejercía sobre ella se intensificaban. En su testimonio ante la magistrada Marcela Rodríguez y los jueces Alejandro Noceti Achaval y Gabriel Vega recordó que su padre la iba a buscar a la salida de su trabajo para llevarla a distintos albergues transitorios y abusar de ella. En una de esas ocasiones, sus gritos alertaron a los empleados del hotel pero Gentili los persuadió.

El fiscal Ciruzzi citó varios fragmentos de la declaración de la víctima donde se hizo referencia al nivel de daño que le había ocasionado su padre. “A veces no le decía nada porque pensé que mi vida iba a ser siempre así, que nací con esta maldición y que me iba a morir así”, dijo la joven en el juicio. Cuando ella lo increpaba o le reclamaba, Gentili volvía a amenazarla con matar a toda su familia pero también le afirmaba que “Dios en la Biblia decía que la mujer tiene que servir al hombre”.

Mientras estaba prófugo el acusado llamó a su hija. La comunicación fue incorporada al expediente y la fiscalía valoró que allí admitió que los hechos ocurrieron

Una vez presentada la denuncia, Gentili escapó. En agosto de 2017 ya se había decretado incluso su captura internacional ya que la sospecha era que se había fugado hacia otro país. En noviembre de ese año, Gentili llamó a su hija una madrugada. Ese llamado fue incorporado al expediente y allí se escuchó al hombre pedirle perdón a su hija para luego volver a amenazarla y recriminarle: “Bancatela ahora, todos los días, noche y día, voy a ver dónde carajo están, uno a uno van a pagar”.

El fiscal Ciruzzi hizo hincapié en que, durante ese llamado, el hombre habló de los hechos y admitió que ocurrieron. En ese diálogo telefónico, el imputado le dijo que “se haga cargo de su responsabilidad”, ya que supuestamente era la chica quién lo “buscaba” y que él “no le ponía un arma en la cabeza” al momento de los abusos. Durante la conversación, la denunciante le recordó las veces que lloró y que se resistió de múltiples maneras. “No te hagas la santita”, le gritó el acusado.

Al momento de sustentar el relato de la joven, el fiscal tuvo en cuenta el testimonio de su hermano, presente en algunos de los abusos que sufrió la víctima y que declaró en Cámara Gesell que recordaba las veces en que su padre entraba a la habitación y se dirigía a la cama de su hermana. Además, mencionó el testimonio de dos compañeras de colegio de la chica, que percibieron algunos episodios donde Gentili “se ponía celoso” o la tocaba de una forma que les llamaba la atención.

“Es una de las conductas más aberrantes que he visto a lo largo de la trayectoria judicial y no hay atenuantes posibles para su conducta más allá de su falta de antecedentes”, finalizó el fiscal Ciruzzi

“No hay dudas sobre lo sucedido y lo que ha relatado la joven también se ha sustentado por los informes psiquiátricos”, resaltó el fiscal. “Es una de las conductas más aberrantes que he visto a lo largo de la trayectoria judicial y no hay atenuantes posibles para su conducta más allá de su falta de antecedentes”, concluyó al momento de solicitar los 30 años de prisión.

Prófugo y con ayuda
Cuando fue denunciado, el hombre se fue de la casa donde vivía con su familia. Tras ordenarse primero una captura nacional, el 30 de agosto de 2017 el juez Luis Schegel decretó su captura internacional, luego del trabajo que llevaron adelante las fuerzas de seguridad a pedido de la fiscalía a cargo de Ariel Yapur, a través del cual se determinó que Gentili se encontraba en Paraguay.

Tras una serie de medidas que involucraron escuchas directas y otras herramientas de investigación, la Fiscalía 62 -con la colaboración de los funcionarios Martín Duhalde y Ezequiel Ferrer- pudo detectar a las personas que colaboraron para que el acusado evadiera el accionar judicial. Específicamente, pudieron identificar quién le enviaba dinero a través de una compañía financiera a Paraguay. El 29 de junio de 2018 fue detenido en Asunción. El 25 de julio de ese año quedó confirmada la extradición y Gentili llegó al país en agosto de 2018 para ser indagado. Dentro del requerimiento de elevación a juicio se solicitó expresamente que se continúe la investigación contra las personas que “prestaron su ayuda al acusado con pleno conocimiento de su situación judicial, para lograr que eludiera la investigación y se sustrajera del accionar de la justicia”.