El Tribunal Oral en lo Criminal Federal de San Luis comenzó a juzgar desde este miércoles en la capital provincial al ex jefe del III Cuerpo del Ejército, Luciano Benjamín Menéndez, en el marco de una megacausa por crímenes de lesa humanidad, que hoy lo tiene como único acusado, pues cuando el proceso llegó a juicio por primera vez en noviembre de 2013 el degradado general estaba siendo juzgado en otros debates y resultaba imposible su participación.

Menéndez era uno entre los 30 acusados que debía a arribar a debate oral en este expediente, junto a otros once militares, 17 policías y un médico. Aquél juicio, que trató los casos de 46 víctimas, terminó en abril de este año con las condenas de 28 y la absolución de uno de los militares.

Desde este miércoles, los jueces Oscar Alberto Hergott, Marcelo Roberto Alvero y Héctor Fabián Cortes lo juzgan en un debate que promete ser corto -finalizará antes de fin de año- y al que el ex militar comparece a través del sistema de videoconferencia.

Los fiscales Mónica Spagnuolo y Cristian Rachid, que intervienen en los casos de terrorismo de Estado en la provincia, actúan por la acusación pública.

En el requerimiento de elevación a juicio de la Fiscalía -leído hoy en la apertura del debate-, se considera "suficientemente probado que Luciano Benjamín Menéndez, en el ejercicio del cargo de Comandante del Tercer Cuerpo de Ejército, tuvo el dominio de organización, al formular y transmitir las órdenes genéricas, secretas y verbales, en cuyo contexto sus subalternos, miembros de las fuerzas armadas y de seguridad con asiento en la provincia de San Luis, dispusieron los procedimientos que culminaron con la comisión de los múltiples delitos que se le imputan en autos y por los cuales resulta penalmente responsable, en carácter de autor mediato".

Al ex jefe del III Cuerpo del Ejército se lo acusa en este juicio de los delitos de asociación ilícita, tormentos, violación, privación abusiva de la libertad y homicidio que tuvieron como víctimas a 29 personas. Menéndez es el represor que recibió más condenas por crímenes de lesa humanidad en Argentina: siete condenas a reclusión perpetua, dos a prisión perpetua, una a veinte años y otra a doce.