04 de mayo de 2024
04 de mayo de 2024 | Las Noticias del Ministerio Público Fiscal
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Participaron el fiscal Félix Crous y la auxiliar fiscal Marcela Obetko
Inspeccionaron el Casino de Oficiales de la exESMA en el juicio al exoficial de la Armada Horacio Ferrari
El Tribunal Oral Federal N°5, la Unidad Fiscal y las querellas recorrieron el emblemático edificio, sede de un sitio de memoria declarado recientemente Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Con la participación de personal especializado, reconstruyeron el paso de las víctimas por los diferentes espacios del predio y del edificio y el funcionamiento del centro clandestino de detención.

El Tribunal Oral Federal N°5 de la ciudad de Buenos Aires llevó a cabo el lunes pasado una inspección ocular en las instalaciones del Casino de Oficiales de la exEscuela de Mecánica de la Armada (ESMA), donde funcionó el centro clandestino de detención durante la época del terrorismo de Estado, en el marco del juicio oral y público a Horacio Luis Ferrari, exoficial de la Armada acusado de integrar el Grupo de Tareas 3.3.2 que operó en el lugar.

En la medida participaron la jueza Sabrina Namer y el juez Enrique Méndez Signori, junto al fiscal a cargo de la Unidad de Asistencia para causas por Violaciones a los Derechos Humanos durante el Terrorismo de Estado, Félix Pablo Crous, la auxiliar fiscal de esa dependencia, Marcela Obetko, y representantes de las querellas.

La fiscalía informó que el procedimiento permitió conocer el circuito represivo al cual eran sometidas las víctimas dentro del lugar y recorrer la espacialidad, las dimensiones relativas y escuchar los sonidos que describen las personas que estuvieron secuestradas allí.

La inspección contó con la presencia de la directora institucional del Museo Sitio de Memoria ESMA, Antonela Di Vruno, quien detalló el funcionamiento del lugar durante el terrorismo de Estado. La acompañó María Turull, coordinadora de Arquitectura y Conservación del museo, quien brindó especificaciones respecto del trabajo de mantenimiento y preservación del edificio sin alterar el estado en que fue recibido en 2004 de la Armada Argentina, año en que se dispuso su desafectación.

En relación a los hechos investigados, explicaron las maniobras realizadas en el edificio por la Armada antes de la visita en 1979 de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, y luego con el retorno democrático, para esconder los rastros de su funcionamiento como centro clandestino de detención y refutar las descripciones del lugar realizadas por los sobrevivientes.

Entre las principales transformaciones y maniobras de ocultación se encuentran, entre otras, el retiro de un ascensor, la demolición de un tramo de escalera desde el hall de acceso hacia el sótano y el cerramiento de espacios a través de galerías y pintura.

Durante la inspección se recorrieron las distintas partes que integraron el centro clandestino de detención, tortura y exterminio:

  • El recorrido comenzó con la reconstrucción del trayecto que realizaban los vehículos al llevar a los secuestrados hasta el playón de acceso al sótano del edificio.
  • El “Sótano” -denominado “Sector 4” por los represores- se trataba del primer lugar adonde eran llevadas las personas secuestradas y donde se las sometía a interrogatorios bajo tortura. A ese lugar también eran llevadas las victimas para los “traslados” en los denominados “vuelos de la muerte”.
  • Posteriormente, la comitiva recorrió las plantas superiores, donde se encuentran los recintos denominados por los represores como “Capucha”, “Capuchita” y “el cubículo de las embarazadas”. En estos sectores las víctimas permanecían tabicadas y engrilladas durante su cautiverio en las denominadas “cuchas”. En tal contexto, se detalló que se los mantenía en condiciones paupérrimas de cautiverio, sin los mínimos recaudos de higiene, alimentación y atención. Luego se inspección el lugar donde estuvieron cautivas las embarazadas que dieron a luz a sus hijos.
  • Otros de los lugares que fueron parte de la recorrida fueron el “Pañol” y la “Pecera”, próximos a “Capucha”. El “Pañol” era el lugar en donde se almacenaban los objetos que provenían del saqueo de los bienes de las personas secuestradas. De acuerdo con lo acreditado judicialmente, el botín robado se utilizaba para las actividades represivas del grupo de tareas y también para el beneficio personal de sus integrantes. En efecto, para sofisticar esa estructura la Armada comenzó a producir documentos falsos y formó una inmobiliaria y una empresa de refacciones de inmuebles. Por su parte, la “Pecera” fue el lugar donde las personas cautivas fueron obligadas a realizar trabajos forzados como parte del “proceso de recuperación” de los/as perseguidos/as políticos/as secuestrados/as, a quienes se forzó a realizar tareas relativas a las aspiraciones políticas del almirante Emilio Massera.
  • Además, se inspeccionó “La casa del almirante”, que era la residencia destinada a quien ocupaba el cargo de director de la Escuela de Mecánica de la Armada, en aquel entonces Rubén Chamorro.
  • Finalmente, se recorrió el salón “Dorado”, lugar de planificación de operativos e inteligencia.

El edificio de la exESMA es prueba judicial y fue declarado como patrimonio universal por la UNESCO. Por ende, debe permanecer inalterado, indicaron las anfitrionas.

El juicio

Ferrari llegó acusado a este proceso -que inició el 2 de octubre pasado- como coautor de crímenes contra aproximadamente 240 víctimas del centro clandestino de detención que funcionó en la exESMA durante el terrorismo de Estado. Específicamente, Ferrari está acusado por los delitos de privación ilegítima de la libertad agravada en 223 hechos, imposición de tormentos agravada en 246 hechos, homicidio agravado en 74 casos y sustracción, ocultación y retención de menores de 10 años de edad en 17 hechos, cometidos entre el 5 de abril de 1977 y fines de enero de 1978.