05 de diciembre de 2025
05 de diciembre de 2025 | Las Noticias del Ministerio Público Fiscal
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Con el impulso del fiscal general Federico Carniel y de los auxiliares fiscales Horacio Rodríguez y Diego Vigay
Resistencia: aplican el derecho a la verdad y declaran que el militante Carlos Tereszecuk fue víctima de crímenes de lesa humanidad
La sentencia declarativa fue dictada por el Juzgado Federal N°1, a pedido de la familia de la víctima y con el apoyo del MPF. El fallo indicó que el caso “se inscribe en un patrón sistemático de actuación” caracterizado por el arrojamiento de cadáveres al río con los dedos amputados para impedir su identificación. El joven tenía 24 años cuando fue secuestrado en noviembre de 1976.

La titular del Juzgado Federal N°1 de Resistencia, Zunilda Niremperger, dictó una sentencia que hizo lugar al pedido de derecho la verdad y declaró que la desaparición forzada y el homicidio del militante estudiantil y del Partido Auténtico de Misiones, Carlos Tereszecuk, ocurridos en la capital chaqueña en noviembre de 1976, fueron crímenes de lesa humanidad cometidos por razones políticas en el marco del “accionar ilegal de las fuerzas militares durante el terrorismo de Estado”.

En su resolución, la magistrada sostuvo que “el hallazgo de su cuerpo se inscribe en un patrón sistemático de actuación verificado en otras víctimas del mismo contexto represivo, consistente en el arrojamiento de los cadáveres al río, la utilización de ataduras con alambres en manos y pies, la ejecución mediante disparos en el pecho o cráneo, la amputación de las yemas de los dedos para impedir su identificación y la realización de cortes profundos en el abdomen con el fin de evitar la flotación del cuerpo”.

De esta forma, la jueza hizo lugar al planteo formulado por la familia de la víctima, que fue acompañado por el Ministerio Público Fiscal, representado por el fiscal general Federico Carniel y los auxiliares fiscales Horacio Rodríguez y Diego Vigay.

Aquellas presentaciones reclamaron la aplicación del derecho a la verdad para que se reconstruyera cómo fueron realmente los hechos que perjudicaron a Tereszecuk, con un sentido de reparación, que contribuya al restablecimiento de la memoria histórica de la sociedad, independientemente del juzgamiento de eventuales responsables del hecho, dado que fallecieron los comisarios Carlos Thomas, Wenceslao Ceniquel y Lucio Humberto Caballero, quienes estuvieron a cargo de la Jefatura de Policía del Chaco en 1976, y no ha sido posible identificar a otros intervinientes.

Carlos Tereszecuk. Imagen remitida por la Fiscalía Federal de Resistencia

La lectura de la sentencia se llevó a cabo en una audiencia celebrada de modo virtual, que contó con la participación de hermanos y sobrinos de Tereszecuk, de representantes del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), de la Fiscalía Federal de Resistencia, de la Subsecretaría de Derechos Humanos del Chaco y de abogados querellantes.

La sentencia fue transmitida para el público en la Casa por la Memoria de Chaco, situada en la capital provincial; en el Aula Magna de la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Misiones, en la ciudad de Posadas; y en el Espacio por la Memoria del ex Regimiento de Infantería 9 “Coronel Pagola”, en la capital correntina.

Al final de la audiencia, Sofía Tereszecuk -sobrina de la víctima- recordó a su tío, su militancia y compromiso, e hizo hincapié en la importancia de conocer la verdad a pesar del dolor que genere, para poder cerrar un ciclo y hallar paz.

La persecución y el secuestro

Según informó la fiscalía, Tereszecuk nació en la ciudad de Posadas, el 4 de enero de 1952, estudió Filosofía y Teología en Córdoba y regresó a su ciudad natal, donde continuó sus estudios en la Escuela de Servicio Social, donde fue elegido vicepresidente del movimiento estudiantil. También era empleado de la Cámara de Diputados de Misiones, donde fue secretario de los diputados provinciales electos por el Partido Auténtico, Juan Figueredo y Pablo Fernández Long.

Foto: Fiscalía Federal de Resistencia

En septiembre de 1975, cuando se encontraba en la entrada de la Legislatura misionera fue interceptado por dos individuos de civil que intentaron detenerlo. Sin embargo, la intervención de un diputado hizo que los desconocidos huyeran. Ante ello, Tereszecuk optó por irse de la residencia familiar y ocultarse en otras viviendas, en zonas rurales y luego, en la ciudad de Resistencia. Fue visto con vida, por última vez, por sobrevivientes de la Masacre de Margarita Belén, en la Jefatura de Policía de esa ciudad.

 “Patrón sistemático de actuación”

La sentencia por el derecho a la verdad analizó la prueba recolectada en la investigación desarrollada por la Fiscalía Federal de Resistencia, a cargo de Patricio Sabadini, que pudo reconstruir que Tereszecuk tenía 24 años cuando fue secuestrado los primeros días de noviembre de 1976 y trasladado a la Jefatura de Policía de Resistencia, donde fue alojado en el primer piso. En ese recinto funcionaba el centro clandestino de detención dirigido conjuntamente por personal de policial y del Ejército.

Diferentes testigos declararon que Tereszecuk fue torturado, que estaba en pésimas condiciones de salud, y que no podía mantenerse en pie ni caminar. También indicaron, por orden de los guardiacárceles, otro detenido debió bañarlo.

En la segunda semana de noviembre de 1976, el joven fue asesinado y su cuerpo arrojado al Río Paraná donde, el 15 de noviembre, fue rescatado en la costa de la localidad correntina de Empedrado, situada a 70 kilómetros de la ciudad de Resistencia. Los restos fueron inhumados en una tumba NN en el cementerio de Empedrado, junto a otros dos cuerpos.

Foto: Fiscalía Federal de Resistencia

En 2006, el EEAF exhumó cuatro conjuntos de restos óseos y, en 2007 y 2014, identificó -en el marco de la investigación desarrollada por la Fiscalía Federal de Corrientes- al estudiante correntino Rómulo Artieda, desaparecido en mayo de 1977 del centro clandestino que funcionó en el Regimiento de Infantería 9 de Corrientes, y al estudiante formoseño Julio Andrés “Bocha” Pereira, desaparecido en la Masacre Margarita Belén cometida el 13 de diciembre de 1976. En 2018, los antropólogos forenses confirmaron que los demás restos pertenecían a Tereszecuk.

La jueza Niremperger consideró el testimonio del médico forense de Empedrado, Otto Eliseo Manzolillo, quien se refirió al estado de los cuerpos de Tereszecuk, Artieda y Pereira cuando fueron hallados en el Río Paraná, y a las conclusiones de los especialistas del Equipo Argentino de Antropología Forense al momento de su inhumación e identificación.

En tal sentido destacó que el hallazgo del cuerpo del militante “se inscribe en un patrón sistemático de actuación verificado en otras víctimas del mismo contexto represivo”, que consistió en arrojar los cuerpos -ejecutados mediante disparos en el pecho o cráneo- sin ropas al río Paraná, atados con alambres en manos y pies, con las yemas de sus dedos amputadas para impedir su identificación y la realización de cortes profundos en el abdomen para evitar que flotaran, fueran descubiertos y recuperados.

Foto: Fiscalía Federal de Resistencia