El Tribunal Oral en lo Criminal Federal (TOF) N°2 de Córdoba dio ayer inicio al juicio oral a dos hombres acusados del homicidio de Yamila Cuello, de 21 años, ocurrido en 2009 y cuyo cuerpo nunca apareció. Los imputados son Néstor Simone y su hermanastro Ramón Palacios, quienes están acusados de haber asesinado a la joven que tenía una relación con el primero de ellos, de explotarla sexualmente para saldar deudas generadas en apuestas y de hacerla partícipe de diversos robos y estafas.
En el debate interviene el titular de la Fiscalía Nº2 ante los Tribunales Orales en lo Criminal Federal de Córdoba, el fiscal general Carlos Gonella, mientras que el requerimiento de elevación a juicio fue presentado por el fiscal federal Enrique Senestrari; la titular de la Unidad Fiscal Especializada de Violencia contra las Mujeres (UFEM), Mariela Labozzetta, y los titulares de la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (PROTEX), María Alejandra Mángano y Marcelo Colombo.
Ambos imputados llegaron a juicio acusados como presuntos coautores de homicidio agravado por el concurso de dos personas -cuya pena es la prisión perpetua-, y, en el caso de Palacios, en concurso con trata de personas.
En este debate, el tribunal está compuesto por el juez Fabián Asís y las juezas Noel Costa y Carolina Prado. En la jornada de apertura, luego de la lectura del requerimiento de elevación a juicio, se procedió a la identificación de los dos imputados, que se abstuvieron de declarar. Por último, se estableció el cronograma para las declaraciones testimoniales en las próximas audiencias.
El caso
De acuerdo al requerimiento, en julio de 2005, cuando Cuello tenía 17 años, conoció a Simone, quien era 19 años mayor que ella, en una confitería bailable de la ciudad de Córdoba. Allí iniciaron una relación y comenzaron a convivir pocos meses después a la vivienda del acusado.
Los imputados Néstor Simone (en el extremo izquierdo) y Ramón Palacios (en el extremo derecho), durante la audiencia inicial del debate. Foto: captura de pantalla de la transmisión de la audiencia
La fiscalía sostiene que la relación estuvo marcada por la violencia de género ejercida por Simone, que se desplegó en un contexto más amplio que abarcó el accionar de Palacios, quien es el hermano de crianza del primer imputado, y por ende, era el cuñado de la víctima.
Ambos acusados compartían salidas a eventos de juegos y apuestas clandestinas de los cuales hacían participar a Yamila. Allí se realizaba el llamado “juego del pase” a whiskerías o bailes, que consistía en la utilización de la víctima como objeto de las apuestas, ya que saldaban sus pérdidas abonando con sus servicios sexuales.
A su vez, de acuerdo a la acusación, tanto Simone como Palacios se valieron de Cuello para la comisión de hechos delictivos como estafas y robos. Simone ejercía un permanente control sobre ella, por medio de amenazas, violencia física, económica y psicológica. La mantuvo alejada e incomunicada de su familia, llegando en varias ocasiones a encerrarla en la vivienda que compartían hasta lograr una absoluta dominación basada en su dependencia emocional y económica.
Según el requerimiento, “los acusados se valieron de esta situación de vulnerabilidad con el fin de someterla a mantener relaciones sexuales con distintos hombres, la utilizaron como medio de pago para saldar sus deudas de juego y como mercancía para ganar dinero y continuar apostando en los distintos lugares de juego clandestino a los que concurrían”.
Estos acontecimientos ocurrieron entre finales de 2005 y diciembre de 2008, período que coincidió con el tiempo de convivencia entre Simone y Cuello. La situación se prolongó hasta que la hermana de la víctima, junto con varios amigos, la rescataron de la casa de su pareja, tras tirar abajo la puerta del domicilio.
El juez Fabián Asís y las juezas Noel Costa y Carolina Prado integran el Tribunal Oral en lo Criminal Federal N°2 de Córdoba. Foto: captura de pantalla de la transmisión de la audiencia
Durante el año siguiente, Simone volvió a buscar el contacto con la víctima y se comenzaron a ver de manera esporádica, aumentando la frecuencia de estos encuentros los meses previos a su desaparición, lo que abarcó desde principios de septiembre hasta el 25 octubre de 2009, cuando fue vista por última vez, luego de que Simone la pasara a buscar por la casa.
La investigación determinó que los encuentros entre ambos eran siempre a escondidas de la familia de Yamila, cuya situación estaba marcada por la vulnerabilidad socio-económico-familiar que ella atravesaba. Esto le permitió a Simone y a Palacios aprovecharse nuevamente de ella, dominando su voluntad para explotarla en su beneficio personal. Así, durante octubre de ese año ambos acusados consumaron varias estafas en distintos comercios de la ciudad de Córdoba.
La desaparición
El día 25 de octubre del año 2009, Simone pasó a buscar a la víctima por las inmediaciones de la casa de su abuela, donde ella residía, y la trasladó en su automóvil Renault 12 a la casa de sus padres, donde él vivía. De acuerdo a la acusación, allí se reunieron con Palacios y en circunstancias y motivos que aún se desconocen, la asesinaron en presencia de una amiga de ella. Ambos hombres desecharon el cuerpo que, hasta el momento, no ha sido encontrado. Por su parte, la mujer -que fue sobreseída en la causa- se dirigió a la casa de la abuela de la víctima, donde ingresó para buscar el teléfono celular de Yamila para formatearlo.
Durante la investigación, familiares de la víctima y diversos testigos dieron cuenta del vínculo que ella mantenía con los dos acusados. Uno de ellos, de identidad reservada, aseguró que el día de la desaparición, Simone fue visto intentando limpiar manchas de sangre que se encontraban en el tablero y en el piso del asiento de su auto y que, en otra ocasión, Palacios le habría manifestado a una tercera persona que sabía cuál había sido el destino final de Cuello y dónde se encontraba enterrado su cuerpo.