18 de abril de 2024
18 de abril de 2024 | Las Noticias del Ministerio Público Fiscal
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El alegato había sido postergado
Talleres clandestinos: el fiscal Azzolín alega en el juicio a once imputados
Horacio Azzolin, a cargo de la Fiscalía General n° 5 ante los Tribunales Orales en lo Criminal Federal, se presentará ante el Trbunal hoy desde las 11 en la causa donde se investiga a once imputados por explotación laboral en talleres clandestinos de costura que tenían relación comercial con la firma Kosiuko.

Luego de la postergación por "motivos particulares del tribunal", Horacio Azzolin, a cargo de la Fiscalía General n° 5 ante los Tribunales Orales en lo Criminal Federal, alegará hoy desde las 11 en la causa donde se investiga a once imputados por explotación laboral en talleres clandestinos de costura que tenían relación comercial con la firma Kosiuko.

El juicio comenzó en septiembre pasado y contó con el testimonio de las víctimas, algunas de las cuales fueron amenazadas por los acusados. Esto derivó en un pedido formulado por el fiscal para concretar la detención de los imputados Juan Carlos Salazar Nina y de su esposa, Remedios Flores Alarcón, que finalmente fue concedido por el Tribunal Oral en lo Criminal Federal n° 6.

La investigación que llegó a juicio comenzó a raíz de una denuncia de la Defensoría del Pueblo, en virtud de la presentación que hizo ante ese organismo Gustavo Vera, dirigente del comedor comunitario "La Alameda". Tanto Vera como el abogado de la Defensoría declararon en el juicio y contaron detalles sobre la situación de los talleres clandestinos.

En la causa se encuentran con falta de mérito dictada por la Sala I de la Cámara en lo Criminal y Correccional Federal, el creador de la marca Kosiuko, Federico Bonomi, el gerente general de la firma, Marcelo Gallardo, y Aníbal Terra, presidente de Kowseff S.A, una empresa que se encuentra a cargo de la parte comercial de Kosiuko.

Si bien se hallan en una situación intermedia -no hay mérito para procesarlos pero tampoco certeza para sobreseerlos- los empresarios están imputados, ya que Kowseff S.A tercerizaba parte de su producción en el taller perteneciente a Miyagawa S.A., responsable de uno de los lugares clandestinos de costura.

La causa

En los requerimientos de elevación los fiscales Federico Delgado y Jorge Di Lello hicieron una descripción de las condiciones en las cuales se encontraban las víctimas, la mayoría de ellos extranjeros, reclutados por los dueños de los talleres, quienes les habían prometido trabajo, vivienda, comida y sueldo. Pero cuando las víctimas llegaban al país, previa aclaración de que el viaje iba a ser descontado de su primer salario, se encontraban con una situación que no era la prometida.

Las jornadas laborales a las que eran sometidas las víctimas comenzaban a las siete de la mañana y concluían a las diez o doce de la noche. Solamente paraban de trabajar para comer y en reiteradas ocasiones se alojaban en el mismo taller, donde permanecían hacinados. De lunes a sábado no podían salir del lugar, ya que la puerta estaba cerrada con llave.