La jueza Ana Dieta de Herrero comenzó ayer el juicio a Juan Manuel Sánchez Villar, acusado de causar la muerte de un nene de tres años al chocar el auto dónde viajaba con sus padres, en julio de 2014. Según se estableció luego, el hombre de 34 años manejaba alcoholizado. En el debate, intervienen los fiscales Fernando Fiszer y Sandro Abraldes.

El 27 de julio de 2014, Gastón Hernán Jara y Lorena Cecilia Monzón salieron de su casa en Tigre hacia Pacheco. Desde ese lugar, salía el micro que llevaría a su hijo mayor a una competencia de taekwondo en San Justo. La familia siguió al vehículo “en caravana” por la autopista Panamericana y luego por la avenida General Paz, según contaron en la audiencia ante la magistrada del Tribunal Oral en lo Criminal Nº9. En el auto, iba detrás el hijo menor del matrimonio, Bautista, de tres años.

Al llegar a la altura del puente de Avenida San Martín, Jara y Monzón sintieron “una explosión” y que el auto Fiat 147 donde viajaban comenzaba a dar trompos. Golpeó con un poste de luz y luego con el guardarrail. Cuando el auto se detuvo, se dieron vuelta y vieron que su hijo no estaba. Tuvieron que bajar por una de las ventanas, ya que las puertas no abrían. Bautista había sido despedido del vehículo y estaba detrás del guardarrail sobre el pasto.

Después de unos minutos, donde Monzón se quedó con el nene mientras esperaban que llegara la ambulancia, finalmente se subieron a un vehículo con paramédicos que pasó por el lugar. La policía había llegado minutos antes. Bautista fue trasladado primero al Hospital Thomson y después al “Eva Perón”, donde falleció por las heridas causadas a las 09.45.

Según pudo reconstruir el fiscal de instrucción Pablo Recchini, Sánchez Villar manejaba una camioneta Kia Sportage por la General Paz sentido al Riachuelo a 115 kilómetros por hora, cuando la velocidad permitida era 80. Según se determinó después, estaba alcoholizado: 1.69 gramos de alcohol por mil/cc de sangre.

De forma intempestiva, el hombre perdió el dominio del auto y comenzó a cambiar de carril desde el rápido hacia el lento. Así fue como chocó desde atrás al auto de las víctimas. Cabe resaltar que Sánchez Villar debía manejar según su licencia con anteojos y que en la escena no se secuestraron ningunos lentes ni nadie lo vio con ellos al bajar de la camioneta.

“No se acercó a dar ayuda en ningún momento”, dijo la madre sobre Sánchez Villar, mientras que el padre de Bautista dijo que al bajar del auto el acusado no se podía mantener en pie. “Mi hijo era un nene feliz, charlaba con todos nosotros, era la luz de la casa”, recordó Lorena. “Era un chico muy especial, muy independiente; su ausencia es terrible para nosotros”, explicó Gastón.

Después de la familia, declaró un miembro de la División Ingeniería Vial Forense, quien había recolectado las pruebas en la escena. Luego, fue el turno de uno de los peritos que realizó el peritaje accidentológico, quién destacó como “elemento preponderante” en el incidente la falta de cinturón de seguridad de Bautista.

Sánchez Villar está acusado del delito de “homicidio culposo, agravado por haber sido cometido mediante la conducción imprudente de un vehículo automotor” y por las lesiones leves causadas a los padres de Bautista. El debate continúa el próximo miércoles 27 de septiembre.