El Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional Nº7 dispuso que los alegatos en el juicio contra tres efectivos acusados de disparar con balas de plomo durante el desalojo de la Sala Alberdi se realizarán el próximo 24 de mayo. Por pedido del fiscal Oscar Ciruzzi, el próximo viernes van a declarar los profesionales de Gendarmería y Policía Federal que tuvieron a su cargo el peritaje de todo el material audiovisual de la causa y el de balística.

Miguel Antonio Ledesma, Gabriel Pereira de la Rosa y Maximiliano Nelson Acosta están acusados de “homicidio reiterado (en tres oportunidades) en grado de tentativa agravado por su carácter de miembros de una fuerza policial, en concurso ideal con el delito de incumplimiento de los deberes de funcionario público”. El 13 de marzo de 2013, pasadas las doce de la noche, habrían disparado contra Germán Darío De Los Santos, Esteban Ruffa y Mario Ciro Fumaroni.

Los jueces Gustavo Rofrano, Gabriel Vega y Gustavo Valle escucharon ayer a dos efectivos de la ex Policía Metropolitana que formaron parte del operativo y que estuvieron a metros de la esquina de Corrientes y Paraná, donde fueron heridos los tres damnificados.

El primero de los policías era parte del grupo que salió con Pereira de la Rosa. Aunque al comienzo aseguró no recordar mucho, luego comenzó a relatar lo sucedido aquella tarde-noche. Descartó que el imputado haya estado en la esquina donde fueron baleados los tres hombres porque, según sus palabras, fue a buscar municiones y no se acopló con las formaciones de la Brigada de Rápida Intervención (BRI) y el Destacamento de Intervenciones Complejas (DIC) que avanzaron por Corrientes desde Montevideo. No obstante, ante las preguntas de la Fiscalía, dijo no haberlo visto disparar.

Desde esa formación, compuesta por más de diez oficiales, habrían salido los disparos. Cuando le exhibieron los videos que constan en la causa, sólo se reconoció en la esquina de Montevideo y no aportó datos sobre el resto de los efectivos. El segundo policía era parte del grupo que salió con Ledesma y Acosta. Estaba a cargo del escudo dentro del grupo. Recordó que ambos llevaban escopetas 12/70 aunque no supo responder si los vio disparar o no.

Al rememorar aquella noche, sostuvo que se incorporaron los cuatro que integraban el grupo a una formación que avanzaba sobre Corrientes en dirección a la Avenida 9 de Julio. Fue en ese momento cuando escuchó detonaciones: “no eran normales ni de postas anti tumulto”, indicó. Dijo que se detuvo y giró hacia su derecha pero que no pudo ubicar de donde había provenido el proyectil.