Los jueces Patricia Llerena, Adrián Martín y Hugo Decaría escucharon hoy el alegato de la defensa de Lucas Azcona, acusado de matar a la estudiante chilena Nicole Teresa Sessarego Borquez, en julio de 2014. Al final de la audiencia, anunciaron que tanto las últimas palabras del imputado como el veredicto se realizarán el próximo viernes 11 de noviembre.

El 15 de julio de 2014, cerca de las 5:40, una cámara captó a Azcona en la Avenida Rivadavia, a la salida de la estación Castro Barros de la línea A de subtes. Merodeó por la zona y aproximadamente diez minutos después, volvió al lugar. En ese momento, Nicole salió del subte. La víctima comenzó a caminar hacia el edificio donde vivía mientras Azcona la perseguía sin que ella lo advirtiera.

Aproximadamente a las 5:56, cuando estaba por entrar a su casa, fue sorprendida por el acusado. La Fiscalía sostuvo en su alegato que se aprovechó del estado de “indefensión” de Nicole y la escasa visibilidad que había en el lugar para atacarla y propinarle 11 lesiones con un arma blanca en su cuello, cara, tórax y brazo izquierdo. Murió minutos después cuando ya estaba dentro del hall de ingreso al edificio.

La defensa, a cargo del abogado Jorge Borgo, indicó que no iba a cuestionar ni los hechos ni la imputabilidad de Azcona sino que se iba a centrar en la calificación legal. Sostuvo que no se comprobó que el acusado cometió el crimen por odio de género o con alevosía.

Se basó en los testimonios de los familiares de Azcona, de una amiga y de las compañeras de trabajo para afirmar que tiene una “muy buena” relación con las mujeres. “No hay prueba concreta de su aversión al genero femenino” sostuvo y agregó: “si Azcona sintiera odio por las mujeres, no permitiría que su hermana y una amiga lo visiten en el penal”.

“Hay evidencias científicas de que tiene un trastorno mental y que al momento del hecho tuvo un brote psicótico”, aseguró Borgo y citó al psiquiatra de Azcona, el que había afirmado que se trataba de un “crimen inmotivado”. Con respecto al agravante por alevosía, consideró que no hay evidencia de la “indefensión de Nicole” sino que, al contrario, tenía heridas defensivas. “No se pudo acreditar que actuó sobre seguro ni sin riesgo”.

Afirmó, además, que de no condenarlo por homicidio simple, “se estaría dando un peligroso mensaje a la sociedad”. “No importaría entonces si un ciudadano se arrepiente y se pone a derecho para colaborar con la justicia”, sostuvo y le dijo a los jueces que deben ser “prudentes y justos” con la pena.

En caso de ser condenado por “homicidio doblemente agravado por haber sido cometido por odio de género y con alevosía”, pidió que se apliquen las circunstancias extraordinarias de atenuación ya que Azcona tiene trastornos mentales. A eso, el fiscal respondió que para el caso de femicidio no se permite la aplicación.

La semana pasada, Mahiques había asegurado que Azcona sentía “una aversión hacia el género femenino”.  En su alegato, marcó que en los videos se observó una selección de la víctima, una persecución y un “ataque feroz”, por la enorme cantidad de heridas y los lugares donde las infligió.

“El crimen de Nicole se produjo por su condición de mujer, se trató de una muerte violenta e intencionada basada en su genero” afirmó Mahiques y agregó que Azcona tuvo acción y voluntad de matar.