Cerca de las 11:20, comenzó una nueva audiencia en el juicio por la tragedia de Once. Una vez finalizada la primera tanda de sobrevivientes, el imputado Roque Cirigliano, quien trabajaba en el sector de material rodante antes que se privatizara el servicio de ferrocarriles, solicitó al tribunal hacer una suerte de aclaraciones para intentar “orientar a los interrogantes futuros”. La petición de Cirigliano surgió a raíz de los interrogantes que hicieron las partes, y posteriores declaraciones de los testigos y usuarios del Sarmiento, en relación a la presencia de elementos de emergencia en los vagones, la “existencia de formaciones doble piso”, y “a la franja horaria en la que estas formaciones circulaban”.

Durante su relato, Cirigliano mencionó los planes de reformas de los trenes que se llevaron adelante en 2005 y 2006. Destacó que la finalidad de estos programas era modernizar, reconstruir e incorporar equipamiento tecnológico a las formaciones que habían sido adquiridas entre 1960 y 1962. Recordó además que “la autoridad que controlaba la operación era la CNRT”.

Asimismo, agregó que para 2008 había en funcionamiento 65 unidades modernizadas, y para 2011 “había en funcionamiento 25 coches doble piso”. También, afirmó que EMFER era la empresa encargada de llevar adelante la reconstrucción de las formaciones en los “talleres ubicados en Migueletes”.

En relación a los elementos de seguridad en los vagones, el imputado puntualizó que “la legislación ferroviaria expresa que deben estar ubicados en la cabina del conductor (…) por lo que resulta obvio que no están a la vista de los usuarios”. Agregó que los botiquines de primeros "deben estar instalados en las estaciones”.

Hacia el final, detalló que la modernización de formaciones ferroviarias consistía en “la inclusión de nuevas tecnologías tanto en sus aspectos técnicos como en cuanto al confort y la comodidad del viaje”.

“El servicio era un desastre”

Antes que comenzara a declarar, nuevamente, Roque Cirigliano, fue el turno de los testigos, quienes en su mayoría destacaron “lo mal que se viajaba en la línea Sarmiento" y que "las puertas quedaban abiertas, las ventanas rotas, siempre había demora”.

En relación al trayecto que realizó la formación “chapa 16” el día del accidente, los testigos remarcaron que “antes de entrar en la estación de Once venía rápido (…) y que el tren hacía frenadas largas”.

Para hoy estaba previsto que declaren cinco sobrevivientes. El Tribunal dispuso un cuarto intermedio hasta mañana a las 10:00.