El juez federal de La Rioja, Daniel Herrera Piedrabuena, procesó con prisión preventiva al ex jefe del Ejécito, César Milani (62 años), al ex teniente primero Alberto Solano Santacroce (74) y al ex juez federal Roberto Catalán (78) por delitos de lesa humanidad durante la última dictadura cívico militar, e impuso embargos de 1,2 millones de pesos para Milani y de 800 mil pesos cada uno para Santacroce y Catalán.

Herrera Piedrabuena dictó el procesamiento de Milani en grado de coautor directo de la privación ilegítima de la libertad agravada de Pedro Adán Olivera y del allanamiento ilegal a su vivienda, en carácter de partícipe necesario del delito de imposición de tormentos contra esa víctima, y como partícipe secundario de la imposición de tormentos a Ramón Alfredo Olivera, hijo de Pedro Adán. El juez, en línea con la imputación formulada por la Fiscalía, también procesó a Milani por considerarlo miembro de una asociación ilícita.

En tanto, dictó la falta de mérito del ex jefe del Ejécito de los delitos de privación ilegal de la libertad agravada, allanamiento ilegal e imposición de tormentos de Verónica Ligia Matta. La fiscal federal Virginia Miguel Carmona adelantó a Fiscales que apelará ese punto de la resolución.

Herrera Piedrabuena, por otra parte, procesó a Solano Santacroce como coautor directo de la privación ilegal de la libertad agravada y partícipe necesario de los tormentos impuestos a Ramón Olivera, y como miembro de una asociación ilícita. Respecto de Catalán, quien fuera condenado por este último delito el año pasado en otro proceso, el juez federal riojano dictó su procesamiento en grado de partícipe secundario por la privación ilegal de la libertad agravada y la imposición de tormentos a Ramón Olivera, y la privación ilegítima de la libertad agravada de Verónica Ligia Matta.

El objeto de esta causa son los secuestros y las torturas impuestas a Ramón Alfredo Olivera y a su padre, Pedro Adán Olivera, sucedidos en marzo de 1977 en la capital riojana, y el secuestro y las torturas de Verónica Ligia Matta. Aquellos hechos sucedieron cuando Milani era subteniente y Santacroce teniente primero del Batallón de Ingenieros de Construcción 141 de esa provincia, y Catalán era el juez federal de la jurisdicción, quien -como ya fuera acreditado en otro juicio- validaba desde la magistratura los secuestros y los interrogatorios bajo tortura.

Ramón Olivera declaró haber reconocido a Milani como la persona que lo trasladó desde su cautiverio ante el juez Catalán e individualizó a Santacroche entre sus secuestradores. Matta, en tanto, reconoció a Milani cuando la detenían ilegalmente en una noche de julio de 1976 y durante la tortura propinada a uno de sus compañeros de detención, gracias a que pudo observar por debajo de la venda con la que le habían cubierto los ojos. Cuando Milani llegó a jefe del Ejército, Ligia Matta conoció su nombre y efectuó la denuncia.