29 de marzo de 2024
29 de marzo de 2024 | Las Noticias del Ministerio Público Fiscal
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Julio César Garachico, ex jefe de calle de la Unidad Regional de La Plata
Pidieron juicio oral para uno de los "picaneadores" identificados por Julio López
El requerimiento fue formulado por la Unidad Fiscal platense e incluye además al ex comisario Miguel Etchecolatz. La causa aborda los crímenes contra siete víctimas perpetrados en el centro clandestino Pozo de Arana entre octubre y noviembre de 1976.

Los fiscales que integran la Unidad que interviene en casos de terrorismo de Estado en La Plata, Marcelo Molina, Hernán Schapiro y Juan Martín Nogueira, requirieron la elevación a juicio del ex jefe de calle de la Unidad Regional de esa ciudad, Julio César Garachico, por el secuestro y tormentos aplicados a Jorge Julio López y a otras seis personas que permanecieron en cautiverio en centros clandestinos que funcionaron en la localidad de Arana, una zona suburbana al suroeste de la capital provincial. El 18 de septiembre de 2006, antes de desaparecer, López lo había sindicado como miembro del grupo de "picaneadores".

El pedido de elevación a juicio también incluye al ex director de Investigaciones de la Policía bonaerense, Miguel Osvaldo Etchecolatz, individualizado como jefe de aquél grupo, pero sólo por los hechos de esa nómina por los que aún no fue juzgado: los secuestros, tormentos y homicidios de dos hombres.

Los fiscales formularon la semana pasada el requerimiento de elevación a juicio ante el Juzgado Federal N°3 de La Plata por los hechos que tuvieron como víctima a López; a la pareja desaparecida y asesinada compuesta por Ambrosio Francisco De Marco y Patricia Graciela Dell'Orto; a Norberto Rodas, Alejandro Emilio Sánchez y al estudiante secundario Francisco Bartolomé López Muntaner, quienes corrieron el mismo destino de tortura, muerte y desaparición, y a un hombre que recuperó la libertad tras haber padecido el cautiverio junto a aquellas víctimas.

Los casos de las siete víctimas de esta causa ocurrieron entre fines de octubre y principios de noviembre de 1976 y su sustento probatorio radica especialmente en las cuatro declaraciones judiciales prestadas por Jorge Julio López antes de su segunda desaparición en 2006.

Primavera del '76

El 27 de octubre de 1976, López fue secuestrado de su domicilio situado en la calle 140 y 69 de La Plata. Los fiscales recordaron en su presentación que el testigo reconoció entre sus secuestradores al propio Etchecolatz y a su chofer Hugo Alberto Guallama. Y que en el auto pudo ver a Rodas, a quien aparentemente habían secuestrado un rato antes.

López -citaron los fiscales- aseguró que estuvo secuestrado en el denominado Pozo de Arana, un centro clandestino ubicado en cercanías del Destacamento policial de esa localidad. Dijo que fue picaneado junto a Rodas y Sánchez. Y añadió que el 1° de noviembre lo sacó de la celda "Etchecolatz con el grupo de ‘picaneadores’, grupo que reconoce a algunos de ellos como Garachico, Aguiar y Urcola". En esa oportunidad, explicó la víctima, lo volvieron a torturar.

El testigo explicó que el 5 de noviembre de 1976 arribaron al Pozo de Arana Ambrosio De Marco y su pareja, Patricia Dell'Orto, de 24 y 23 años, ambos padres de una niña de 25 días que, tras el secuestro, fue dejada por los represores a sus abuelos. De Marco y Dell 'Orto estuvieron allí hasta su muerte, situada por López el 8 o 9 de noviembre. López los conocía porque militaban juntos en la Unidad Básica de Los Hornos, al oeste de La Plata.

En su relatos, contó que la pareja fue torturada y asesinada por las mismas personas que lo sometieron a él. Dijo que pudo ver "por la mirilla" de la puerta de su celda cómo ejecutaban de un disparo en la cabeza a ambos. Escuchó, dijo, que "Patricia pedía que no la maten porque quería criar a su hijita". "Después lo mataron al paraguayo [Rodas] y al Pato [Sánchez]", añadió.

El cuerpo de Sánchez apareció en 1984 en el Cementerio de Vicente López y fue identificado por el Equipo Argentino de Antropología Forense en 2008. Sánchez tenía 31 años, estaba casado y tenía tres hijos. También militaba en la misma Unidad Básica de Los Hornos y trabajaba en la automotriz Peugeot, señalaron los fiscales en el requerimiento de elevación a juicio.

En tanto, López Muntaner tenía 15 años cuando fue secuestrado el 16 de septiembre de 1976, en los hechos históricamente conocidos como "La Noche de los Lápices". López lo mencionó en sus testimonios como "el chico de los boletos", por la protesta estudiantil de 1975 en favor del boleto escolar. "Le dicen que se levante y este chico no podía, este chico era López Muntaner, estaba muy lastimado", dijo en una de sus eclaraciones. Añadió en escuchó que un guardia propuso sacarlo a tomar agua: "uno dijo que había que reanimarlo y el [represor aún no identificado] Rudi Calvo dijo 'que se muera'".

En diciembre de aquél año el desaparecido López Muntaner, alias "Panchito", fue visto por otro sobreviviente en el denominado Pozo de Banfield, el centro clandestino que funcionó en la Dirección de Investigaciones de la Zona Metropolitana de la Policía provincial, en esa localidad del distrito de Lomas de Zamora.

Finalmente, el caso del sobreviviente por el que Garachico y Etchecolatz llegarán a juicio -cuya identidad aquí no se revela para preservar su intimidad- es el de un por entonces joven de 19 años, del mismo barrio de Los Hornos, que fue torturado junto a López y permaneció secuestrado en el Pozo de Arana en forma contemporánea a los homicidios del resto del grupo. López recordó que, por la falta de higiene, habían contraído sarna: "Pidió que les dieran algo para la sarna y le rompieron la cabeza con un bastonazo".

Etchecolatz fue acusado por la Unidad Fiscal en carácter de coautor mediato por los crímenes que padecieron Rodas y Sánchez, puesto que por los demás hechos fue juzgado en otros juicios. Garachico, en tanto, fue requerido a juicio en carácter de coautor material de los secuestros y los tormentos aplicados a las siete víctimas y de los homicidios de De Marco, Dell'Orto y Rodas.

El ex director de Investigaciones de la Policía bonaerense fue condenado al cabo de cinco juicios por diferentes crímenes de lesa humanidad: en la denominada causa Camps, en 1986; en el caso de apropiación de una niña, en 2004; en uno de los primeros juicios realizados tras la reapertura de las causas, en 2006; en el denominado juicio por el funcionamiento del Circuito Camps, en 2012, y en el juicio por crímenes de La Cacha, en 2014. En este último debate también fue juzgado y condenado Garachico, a prisión perpetua, por el doble crimen en la vía pública de dos militantes montoneros el 9 de noviembre de 1976.

El caso de Garachico como represor es singular: al momento de los hechos era oficial de la Policía bonaerense y jefe del servicio de calle de la Unidad Regional, pero -según un documento que figura en su legajo- al mismo tiempo trabajaba "en comisión" para el Destacamento 101 de Inteligencia del Ejército, desde donde se fijaban los objetivos de la represión ilegal en la zona.