28 de marzo de 2024
28 de marzo de 2024 | Las Noticias del Ministerio Público Fiscal
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También hay tres policías imputados
Salta: requieren la elevación a juicio de un empresario por el secuestro y las torturas de un trabajador
Se trata de Marcos Jacobo Levín, dueño de la transportista "La Veloz del Norte", acusado de instigar el secuestro y las torturas sufridas por el delegado gremial Víctor Manuel Cobos. Los fiscales Villalba y Sivila remacaron que el empresario se valió del aparato terrorista de Estado para acallar los reclamos gremiales.

Los fiscales federales de Salta, Eduardo Villalba y Juan Manuel Sivila, requirieron este lunes la elevación a juicio del dueño de la empresa de transporte "La Veloz del Norte", Marcos Jacobo Levín (74 años), y de tres ex policías provinciales, acusados del secuestro y las torturas en 1977 de un chofer y militante sindical de la compañía.

Se trata del caso de Víctor Manuel Cobos, quien fue secuestrado en la sede de la empresa poco antes de comenzar un viaje el 22 de enero de 1977, alrededor de las 9.30 de la mañana, tras lo cual fue llevado junto a otros 21 compañeros a la comisaría 4ta de la capital provincial, donde comenzó un cautiverio que se extendió casi tres meses.

Además del empresario Levin, los fiscales acusaron al ex titular de la seccional, Víctor Hugo Almirón (68), al ex subcomisario Víctor Hugo Bocos (63) y al policía Enrique Víctor Cardozo (66).

Levin está imputado de haber instigado la privación ilegal de la libertad y los tormentos que sufrió Cobos, mientras que Almirón fue considerado autor mediato de esos crímenes y Bocos y Cardozo fueron individualizados como coautores materiales.

Los fiscales indicaron en el requerimiento de elevación a juicio que el secuestro de Cobos y sus compañeros -a juicio sólo llegará por ahora sólo el caso de Cobos- se dio en el marco de una denuncia penal presentada por el dueño de "La Veloz del Norte" contra los trabajadores por un supuesto caso de defraudación.

Los representantes del Ministerio Público remarcaron que Levin se valió del aparato terrorista de Estado para hacer frente a conflictos gremiales. "Cobos fue integrante de la Junta Ejecutiva de la Unión de Tranviarios –UTA-, seccional Salta, desde el año 1974 hasta el 13 de junio del año 1978, y delegado gremial en la empresa “La Veloz del Norte”. Al ocupar estos cargos, tenía una actividad gremial contraria  a los intereses de la empresa, lo que motivó que fuera perseguido, tanto dentro de la empresa como por parte de las fuerzas de seguridad", indicaron los fiscales.

Además, lograron acreditar que el policía Bocos, acusado de torturar de propia mano a Cobos, prestaba al mismo tiempo servicios en "La Veloz del Norte" y disponía de sus medios de transporte.

Los hechos, en realidad, se dieron "en el contexto de persecución, detención, tortura y desaparición propio del terrorismo de estado y en virtud de haber sido considerado (Cobos), junto al resto de los trabajadores, como oponentes al régimen instaurado de facto a partir del 24 de marzo de 1976", señalaron Villalba y Sivila.

En ese sentido, ponderaron que en la investigación se encuentra acreditado que "durante el período de las detenciones" de Cobos y el resto de los trabajadores en la comisaría 4ta, "existió una asidua y llamativa presencia del imputado Levin en esa comisaría, quien concurría para reunirse con el personal policial, en particular con Bocos, al punto de llegar a estar presente en las sesiones de torturas infligidas a Víctor Manuel Cobos".

Para los fiscales, resulta claro que en este caso "la utilización de las estructuras ilegales de represión permitió cumplir los fines propuestos por el régimen, es decir, el disciplinamiento de la masa trabajadora a las necesidades productivas de las empresas" y, en ese sentido, remarcaron que "los trabajadores de la empresa 'La Veloz del Norte' fueron víctimas del plan sistemático y generalizado de represión ilegal, que precisamente estaba dirigido contra esos sectores de la población civil, y en particular contra aquellas fracciones más combativas de la clase obrera o que se alinearon con ellas".

Los hechos

El 22 de enero de 1977 a las 9.30 Cobos se encontraba en la empresa "La Veloz del Norte" y se disponía a salir de viaje de servicio cuando fue detenido por el oficial Bocos, acompañado por Cardozo y otro policía de apellido Figueroa. Le quitaron un maletín y, sin explicarle los motivos de la detención, lo llevaron a la Comisaría 4ta, abordo de un Ford Falcon gris de la empresa.

Una vez en la comisaría, le colocaron una venda en los ojos y una capucha cerrada con una piola al cuello. Cobos fue torturado a golpes mientras le requerían que declarara que él y sus compañeros robaban boletos y talonarios a la empresa. "Lo levantaron de los codos torciéndole los brazos, lo que le dejó como consecuencia una rotura de ligamentos de los hombros", describieron los fiscales en la acusación.

Según la presentación de los Villalba y Sivila, las torturas se prolongaron en distintos momentos durante el día e incluyeron la aplicación de picana eléctrica. A las dos de mañana del día siguiente, Bocos se hizo presente nuevamente en el lugar y le ordenó al resto de los policías, entre ellos Cardozo: "éste también es subversivo, hay que limpiarlo".

En ese contexto, agregaron los fiscales en la elevación a juicio, Bocos dirigió una nueva sesión de tortura y aplicó él mismo la picana sobre la víctima, hecho que se siguió reiterando en distintos horarios. Cobos era interrogado por la actividad de su hermano Enrique y amenazado con que correría la misma suerte de su hermano Martín, quien fue acribillado en un operativo realizado por la policía.

Cobos fue dirigido luego hacia la parte posterior de la comisaría, donde permaneció junto a otros compañeros de trabajo y pudo escuchar sus gritos, provenientes del mismo cuarto donde lo habían torturado. Todos luego fueron alojados en un calabozo común, hasta que por una nueva orden de Bocos le sacaron la capucha y las vendas y lo condujeron a una oficina.

En esa oficina lo esperaba Bocos junto a Cardozo y el juez Jorge Alberto Tincavelli. El policía Figueroa le había advertido a punta de pistola que, una vez allí, tenía que firmar lo que el juez le presentara y que no comentara lo que había ocurrido. Ante el juez, Cobos firmó y no pudo leer el texto, que "tenía sentido incriminatorio para la víctima en los hechos ilícitos presuntamente cometidos en en contra de la empresa 'La Veloz del Norte'", señalaron los fiscales.

Cobos recuperó su libertad el 19 de abril del año 1977 y finalmente, en la causa penal por defraudación abierta en su contra fue sobreseído por prescripción de la acción penal. Con posterioridad, fue exonerado de la empresa “La Veloz del Norte” y "debió irse a Buenos Aires ya que en Salta no consiguió trabajo, como consecuencia de lo ocurrido y de la influencia que habría ejercido el imputado Levin", apuntaron en la acusación los representantes del Ministerio Público Fiscal.