Dos juicios que alcanzan a la organización criminal con base en Rosario, “Los Monos”, comenzarán en la misma semana en la justicia federal. El lunes 21 de octubre se dará inicio al debate que entre sus acusados tendrá a la ex pareja del “Pájaro” Cantero, Lorena Verdún, mientras que para el miércoles de esa semana se prevé que comience a ser juzgado su cuñado Ariel “Guille” Cantero, a quien se le imputa haber dirigido un secuestro extorsivo desde la cárcel de Coronda.

Verdún llegó al debate acusada junto a Celso Fernández y Dora Insaurralde, a quienes se atribuye el delito de comercio estupefacientes -se les halló cocaína y casi un kilo y medio de marihuana-. Los estupefacientes fueron secuestrados en domicilios de la calle Caupolicán y Pasaje al 500 en noviembre de 2010, además de dinero en efectivo -17 mil pesos- y cheques por casi 120 mil. La pesquisa detectó, además, varios episodios en los que se produjeron las ventas. Por esos hechos hay un cuarto imputado, quien hasta el momento no pudo ser detenido.

De acuerdo al cronograma, se realizarán cinco audiencias y declararán 26 testigos. En representación del Ministerio Público Fiscal intervendrá el fiscal general Fernando Arrigo, en tanto que el tribunal estará integrado unipersonalmente por Beatriz Caballero de Barabani.

Un secuestro digitado desde prisión

Por otra parte, el Tribunal Oral Federal N°3 de Rosario fijó audiencias para el 23 y 24 de octubre en la causa por secuestro extorsivo agravado en la que está acusado el integrante y cabecilla de Los Monos Ariel “Guille” Cantero. Allí participará el fiscal Federico Reynares Solari

De acuerdo al requerimiento de elevación a juicio formulado en marzo por Adriana Saccone y el titular de la Unidad Fiscal Especializada en Secuestros Extorsivos (UFESE), Santiago Marquevich, el 9 de septiembre de 2017 alrededor de las 19:30, un joven fue secuestrado en el cruce de Boulevard Seguí y Espinillo por dos individuos y obligado a subir a punta de pistola al vehículo en el que se desplazaban, donde le cubrieron la cabeza. Luego lo hicieron descender en un galpón. Una vez en el lugar, los captores expresaron que se habían “confundido feo”.

Según esa pesquisa, Cantero organizó el secuestro extorsivo y digitó en tiempo real los movimientos de sus colaboradores, a quienes constantemente les señaló los pasos a seguir desde su celda de detención. Caídos en la cuenta de la confusión respecto a la identidad de la víctima,  Cantero comunicó a sus cómplices la intención de aprovechar la privación de la libertad de Rodríguez: si bien no lograron concretar un rescate por la liberación, al menos querían exigirle al padre “dos kilos de asado”.

De esa forma, a “Guille” se le endilgan las decisiones trascendentales del episodio: desde elegir a la víctima a secuestrar y recabar información al respecto, hasta dar la orden de su liberación cuando advirtieron que no podrían obtener un rescate.