29 de marzo de 2024
29 de marzo de 2024 | Las Noticias del Ministerio Público Fiscal
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Interviene la Fiscalía General Nº7 ante los Tribunales Orales en lo Criminal y Correccional.
Derrumbe de Beara: el ex director de Habilitaciones negó haber cometido alguna irregularidad
En su declaración indagatoria, Martin Farrell marcó que no cobró dinero a cambio de habilitar el local y sostuvo que se siguieron todos los pasos administrativos previstos. Otros tres imputados adelantaron que también declararán la próxima semana.

“En el expediente de habilitación de Beara estaba todo bien”, dijo hoy el exresponsable de la Dirección General de Habilitaciones y Permisos del Gobierno de la Ciudad, Martín Diego Farrell, en el marco del juicio por el derrumbe del entrepiso del local, ocurrido en septiembre de 2010. Como consecuencia de este hecho, Ariana Beatriz Lizarriaga (21) y Paula Leticia Provedo (20) fallecieron y más de 50 personas resultaron heridas.

El Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional Nº7 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires escuchó hoy la declaración indagatoria de Farrell (que aceptó preguntas tanto del fiscal Oscar Ciruzzi como de las querellas) y luego el testimonio de cuatro personas que asistieron la noche del derrumbe.

En el debate se juzga lo ocurrido la madrugada del 10 de septiembre de 2010 dentro del local bailable Beara -ubicado en la Avenida Scalabrini Ortiz 1638- cuando los ex integrantes del grupo “Ráfaga” llevaban adelante un recital. Cerca de las 3.50, el entrepiso del local colapsó y se derrumbó sobre la planta baja, lo que ocasionó las muertes y las lesiones de los y las jóvenes que se encontraban esa noche. Entre los implicados en la causa están los responsables del boliche y del local de al lado, ex funcionarios del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires que debían controlar el estado del lugar y policías que están acusados de cobrar coimas. La investigación del caso fue llevada adelante por el fiscal Andrés Madrea.

Farrell llegó a juicio acusado por los delitos de “homicidio culposo agravado por el número de víctimas en concurso ideal con lesiones culposas y leves y cohecho pasivo en concurso real”. De acuerdo a la acusación, era el funcionario que intervino directamente en la habilitación de Beara y Caramel, los dos locales que la empresa “El Viejo Sabio S.A.” explotaba comercialmente. Los socios Juan Carlos María Yun, Agustin Dobrila e Iván Andrés Fliess también son parte de los acusados, debido a que son los responsables de esa sociedad.

Ante los jueces Alejandro Noceti Achaval, Gabriel Vega y Gustavo Alterini, Farrell manifestó primero sus condolencias a las familias de las víctimas y luego sostuvo que a los trámites de habilitaciones que se hicieron tanto en Beara como en Caramel “no se les puede reprochar una coma”.

Hizo un repaso por sus antecedentes, contó cómo llegó a ese puesto y que luego renunció tras este incidente. “Mi vida está en pausa hace 12 años, mi situación no se compara con la de los familiares pero estoy padeciendo una pesadilla”, expresó y reiteró que, a su modo de ver, “en el expediente de habilitación de Beara está todo bien”.

“Mi vida está en pausa hace 12 años, mi situación no se compara con la de los familiares pero estoy padeciendo una pesadilla”, dijo el exresponsable de la Dirección General de Habilitaciones y Permisos del Gobierno de la Ciudad.

Tras esto, hizo un repaso sobre el funcionamiento de la Dirección General de Habilitaciones y Permisos: puntualizó que el otorgamiento “es una foto” y que su trabajo terminaba cuando cesaba el trámite de habilitación. En concreto, dijo que Beara se encontraba tramitando una habilitación para el uso de “casa de fiestas privadas” y que se presentaron los distintos papeles requeridos con la firma del maestro mayor de obras Gustavo Amaru, otro de los imputados.

Sobre la nota que envió el área de Fiscalización del Gobierno de la Ciudad donde se le informaba que el local había sido clausurado en más de una oportunidad y se le sugería que evaluara si correspondía otorgar la habilitación, Farrell remarcó que “nunca llegó a mis manos”. “De todas formas, no resultan para nada importantes para el otorgamiento o denegatoria de la habilitación: para mi no puede tener incidencia, de hecho las dos clausuras fueron levantadas”, resaltó.

Luego, mencionó que en el caso del local Caramel, que tenía una habilitación en curso como local de café-bar, se decidió su clausura después del derrumbe en Beara. “Había motivos más que suficientes para proceder a la clausura del local: había actividad allí seis días después del hecho en el lugar de al lado, tenía los mismos dueños, se usaba para la misma actividad”, explicó. “Nuestra sospecha es que se llevaba adelante una actividad de boliche bailable que no estaba permitida, pedimos que se fiscalice y se comprobó esa actividad, fue una situación extraordinaria”, recalcó.

“¿Se hubiera tomado la misma decisión con Caramel si no hubiera ocurrido el derrumbe?”, preguntó el fiscal Ciruzzi a lo que el acusado contestó que no, ya que -dijo- la clausura fue un acto "extraordinario" pero fundado “para proteger a la gente”. Hacia lo último, y con respecto a la acusación por cohecho, aseguró: “Ni en Beara ni en Caramel hubo irregularidades: no cobré nada ni tenía finalidad de recaudar dinero alguno”.

Los testimonios

Tras la declaración indagatoria, declaró una joven que asistió aquella noche con sus amigas. De acuerdo a lo que recordó, había “muchísima gente” en el entrepiso y también en la parte de abajo. “Estaba super abarrotado, no nos podíamos mover”, consideró para luego contar que el derrumbe ocurrió luego de que dejara de tocar la banda.

“No entendía nada, pensé que a alguno de los músicos se le había caído algo encima mío”, indicó y explicó que sus amigas la sacaron de debajo del entrepiso, y que había mucha gente “a los gritos y desesperada”. La joven tuvo heridas en la cara y en sus dientes.

Otra testigo calculó que en un momento había 100 personas sobre el entrepiso mientras que abajo “estábamos todos pegados”. La mujer terminó con un golpe en la cabeza. Luego, declararon otras dos personas que concurrieron al local esa noche pero que no sufrieron heridas.

El juicio continuará el próximo lunes con más declaraciones de testigos. Durante la audiencia, la defensa que representa a Maximiliano Fratino, Agustin Dobrila e Iván Andrés Fliess anticipó que los imputados quieren declarar el próximo miércoles. Dobrila y Fliess eran socios en la empresa “El Viejo Sabio S.A” mientras que Fratino era el co-organizador del recital de aquella noche.