En el marco de una investigación que lleva adelante la Fiscalía Criminal y Correccional Federal N°7 a cargo de Ramiro González, la justicia detuvo e indagó a un empresario farmacéutico acusado de formar parte de una organización criminal que, en forma coordinada y organizada, llevaba adelante actividades vinculadas al contrabando de estupefacientes con puntos de conexión en Bélgica, Holanda y Brasil. La banda utilizaba a mujeres para que ingieran la droga y así ingresarla a la Argentina.  El imputado se negó a declarar ante el Juzgado Criminal y Correccional Federal Nº5 y permanece detenido.

El caso surge de un desprendimiento de la causa donde Hendrik Dasman fue juzgado y condenado a prisión perpetua por el Tribunal Oral en lo Penal Económico Nº2 (TOPE), por considerarlo cómplice del delito de contrabando y tenencia de estupefacientes con fines de comercialización y autor del homicidio agravado de Miriam Da Silva, a quien había privado de atención médica cuando su estado de salud se deterioró luego de que parte de las cápsulas con éxtasis que transportaba se abrieran dentro de su estómago, circunstancia que provocó su muerte. Su pareja Danilcia Contreras de León también fue condenada a diez años  por encontrarla responsable del delito de homicidio agravado y tenencia de estupefacientes con fines de comercialización.

Mientras se llevaba adelante el debate ante el TOPE -que terminó con la condena de Dasman y su pareja-, la Fiscalía de instrucción continuó analizando y estudiando prueba. Diversas conversaciones telefónicas permitieron advertir una posible relación entre el empresario y Dasman. Por ejemplo, comunicaciones entre ambos el día que se produjo el fallecimiento de Da Silva, además de charlas relacionadas con la fabricación y comercio de droga, formaron parte de alguno de los indicios de la teoría del caso del MPF.

Para la fiscalía, diversas conversaciones telefónicas permiten advertir una posible relación entre el empresario detenido y Dasman, condenado por la muerte de Miriam Da Silva.

Según surge de documentos judiciales, el MPF comenzó a trazar la hipótesis de que Ricardo Bruno formaría parte de la banda a la que pertenecía Dasman  y que podría ser el posible fabricante del estupefaciente. El juzgado debe resolver si procesa al imputado o no.

La investigación

La causa comenzó  a raíz de un correo electrónico remitido por la Dirección General de Represión al Tráfico Ilícito de Drogas - Delegación Aeropuerto Internacional de Carrasco- de Uruguay,  a la División Precursores Químicos y Drogas Emergentes de la Policía Federal Argentina, por medio del cual se proporcionaron datos sobre el funcionamiento de una organización dedicada al narcotráfico. El jefe de esa banda sería Dasman.

El imputado tenía contactos en Bélgica y Holanda, en tanto que un hombre y su tío serían los encargados de enviar éxtasis a través de  “mulas” utilizando para ello el aeropuerto mencionado y el Puerto de Montevideo, como así también serían quienes recibían cocaína enviada, también por “mulas”, por parte de Dasman.

Según la comunicación, el imputado contaba con un laboratorio ubicado en Lomas del Mirador, provincia de Buenos Aires, donde se prepararía éxtasis y contaba, además, con un depósito con ocho mil comprimidos de esa sustancia con el logo “Armani".