24 de abril de 2024
24 de abril de 2024 | Las Noticias del Ministerio Público Fiscal
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Interviene el fiscal Oscar Ciruzzi
Juicio a una oficial de la Policía de la Ciudad por el crimen de una pareja: "No pienso hacerme cargo de semejante locura", declaró en la primera audiencia
La imputada negó su participación en el doble homicidio de Parque Avellaneda y contestó preguntas durante la primera jornada del debate ante el Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional Nº7. También declararon como testigos los hijos de las víctimas.

Con la declaración de la imputada, comenzó hoy el juicio a la oficial de la Policía de la Ciudad acusada por el homicidio de un matrimonio en el barrio de Parque Avellaneda, cometido en junio de 2019. En representación del Ministerio Público Fiscal estuvo el fiscal Oscar Ciruzzi.

De acuerdo al requerimiento de elevación a juicio realizado por la responsable de la Fiscalía Nacional en lo Criminal y Correccional N°1 Estela Andrades, la oficial Sonia Rebeca Soloaga se aprovechó de la relación que había forjado con las víctimas para ingresar al domicilio y cometer el crimen. María Delia Speranza (63) y Alberto Antonio Chirico (71) solían habilitar el ingreso de la acusada al baño e incluso le daban algunas comidas, ya que ella trabajaba en la comisaría vecinal 9C y hacía rondas en la zona.

De acuerdo a la acusación, el 11 de junio de 2019, entre las 12 y las 14.30, Soloaga entró a la casa ubicada en Eugenio Garzón al 3500 con el objetivo de robarle a la pareja entre 70 y 80 mil dólares que tenían guardados en distintos lugares de la casa. Según se comprobó luego, Soloaga estaba en proceso de pagarle un viaje a Disney a su hija por su cumpleaños de 15. En el juicio también está imputado Diego Alberto Pachilla, pareja de Soloaga, que está acusado de ayudarla a eludir la investigación.

En la audiencia de hoy, el Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional Nº7, integrado por los jueces Alejandro Noceti Achaval, Gabriel Vega y Gustavo Rofrano, escuchó la declaración indagatoria de la acusada. Soloaga aseguró que era inocente y sostuvo que se la acusa de un crimen que no cometió. “Hice una denuncia que fue falsa, me hago cargo de eso”, reconoció al respecto de una presentación que hizo el mismo día del crimen donde aseguraba que le habían robado su arma reglamentaria. “No pienso hacerme cargo de semejante locura”, agregó después sobre la imputación por homicidio.

"Hice una denuncia que fue falsa, me hago cargo de eso”, reconoció la imputada acerca de una presentación que hizo el mismo día del crimen en la que aseguraba que le habían robado su arma reglamentaria.

En el requerimiento de elevación a juicio, la fiscal Andrades había considerado que la denuncia hecha por la mujer tuvo como propósito cubrir su accionar y poder deshacerse de la pistola utilizada en el crimen. En esa presentación, Soloaga dijo que había sido interceptada en las calles Recuero y Culpino por un Volkswagen Gol Trend y que luego hizo lo mismo una camioneta Renault Duster, desde la que habría bajado un hombre para sustraerle su arma. Indicó también que desde el auto habría descendido una mujer para robarle una cartera, donde tenía 300 mil pesos.

Ante las preguntas del fiscal Ciruzzi, la acusada sostuvo que dejó olvidadas su arma y un necessaire con dinero en el baño de una estación de servicio de la zona. Por otra parte, señaló que solo había hablado “dos o tres veces” con las víctimas y que nunca había entrado a la casa. La fiscalía le preguntó luego por el viaje a Disney de su hija: “yo depositaba en pesos en una cuenta y ellos lo pasaban a dólares, hacía adicionales desde hacía mucho tiempo, así junté el dinero”, declaró.

El interrogatorio siguió respecto de un diálogo que la acusada habría tenido con Pachilla, donde aparecían tres emoticones: un cuchillo, un pez y un anciano. “Era un mensaje en forma de broma, me mandaba eso por un capítulo de Los Simpsons”, sostuvo Soloaga. Una vez finalizada la exposición, el juez le preguntó a Pachilla si iba a declarar: el acusado dijo que no, por lo que se leyó la declaración indagatoria que dio durante la investigación.

Los primeros testimonios

Una vez finalizada la lectura, la hija del matrimonio asesinado se conectó a la audiencia (que se realizó de forma virtual) para dar su testimonio. A pedido de la fiscalía, la mujer relató que la noche anterior al crimen su madre le había comentado que había una policía que entraba a la casa para ir al baño pero que a ella no le gustaba porque “hacía preguntas raras”. Contó luego otra secuencia que protagonizó cuando fue con su auto hasta la casa de sus padres y vio a una policía rubia que estaba mirándole el vehículo. “Quedate tranquila que esta chica es amiga, entra al baño, a veces le sirvo un café con leche”, le habría dicho su padre en esa ocasión.

Con respecto a lo sucedido la tarde del 11 de junio, recordó que unos vecinos fueron a buscarla hasta su casa (ubicada a pocas cuadras) y que al llegar se encontró con una mujer policía que le alertó que el portón principal de acceso a la vivienda estaba abierto. La mujer sostuvo que ingresó al hogar con la certeza de que se encontraría con su padre y su madre durmiendo la siesta pero que los halló en el suelo rodeados de sangre. Señaló que habían revuelto lugares puntuales, en búsqueda del dinero que su padre solía tener guardado y ahorrado para algunas contingencias.

Después declaró el otro hijo del matrimonio, que no estaba en la casa al momento del crimen y que dijo que sabía que sus padres guardaban dinero en distintos lugares de la vivienda. Por último, los jueces escucharon a la oficial que estaba en funciones aquella tarde, quien descubrió que el portón estaba abierto. La policía recordó que unos días antes del crimen había visto a Soloaga y Alberto Antonio Chirico conversar en la puerta de entrada.

Soloaga está acusada por los delitos de “robo agravado por su comisión con arma de fuego, en concurso real con el delito de homicidio doblemente calificado por haber sido cometido con alevosía, y para consumar el otro delito y lograr la impunidad, que se agrava a su vez por haber sido cometido con un arma de fuego, en concurso real con falsa denuncia”. La policía de 36 años está detenida desde julio de 2019. A Pachilla se le endilgó el delito de “encubrimiento doblemente agravado por tratarse el hecho precedente de un delito especialmente grave y por ser funcionario público”.