La jueza a cargo del Juzgado Federal N°1 de Resistencia, Zunilda Niremperger, convocó para el próximo jueves a una audiencia preliminar de cara al juicio por la verdad por la Masacre de Napalpí. Junto a las partes -la fiscalía federal, las querellas de la Secretaria de Derechos Humanos del Chaco y del Instituto del Aborigen Chaqueño (IDACH) - se analizarán en ese contexto las pruebas ofrecidas y cuestiones operativas del debate, en el marco de la Acordada 1/12 del de la Cámara Federal de Casación Penal, que fijó reglas prácticas para procesos complejos como los juicios por crímenes de Lesa Humanidad.
En el debate intervendrá la Unidad Fiscal de Derechos Humanos de esa jurisdicción, integrada por los fiscales generales Federico Carniel y Carlos Amad, el fiscal federal Patricio Sabadini y el fiscal ad hoc Diego Vigay.
El juicio por la verdad impulsado por el Ministerio Público Fiscal se propuso -y fue aceptado- como el mecanismo judicial adecuado para el juzgamiento de la Masacre de Napalpí como crimen de lesa humanidad, al no contar con responsables con vida y con el objetivo de cumplir con los derechos de las víctimas a la verdad, a una reparación integral y a la no repetición.
La jueza Niremperger hizo lugar a la apertura de este proceso en una resolución dictada el 10 de septiembre pasado. Allí sostuvo: “Resulta relevante destacar que los hechos objeto de investigación exhiben características que permiten su inclusión dentro de la categoría de delitos de lesa humanidad, cuya imprescriptibilidad posibilita que a pesar del tiempo transcurrido se pueda investigar y, de ese modo, procurar su reconstrucción desde una perspectiva histórica. En ese escenario se debe considerar que existe un mandato acentuado de debida diligencia que pesa sobre el Estado Argentino, ya que quienes serían víctimas de los hechos en cuestión son integrantes de las comunidades indígenas Qom y Moqoit. En base a ello, considero necesario transitar un proceso que establezca la verdad de lo acontecido por su valor simbólico, histórico y humano, buscando la determinación judicial de tales hechos”.
“Entiendo entonces que la trascendencia institucional que revisten tales hechos -prosiguió la magistrada- justifica la promoción de una instancia institucional que agote los recursos disponibles para reconstruir los sucesos históricos ocurridos en la denominada ‘Masacre de Napalpí’ en el año 1924. La búsqueda efectiva de la verdad resulta relevante no solo en términos de memoria colectiva sino que puede operar favorablemente en el terreno de la reparación histórica y simbólica hacia las comunidades que habrían sido damnificadas directamente con tales hechos”.
"La trascendencia institucional que revisten tales hechos -prosiguió la magistrada- justifica la promoción de una instancia institucional que agote los recursos disponibles para reconstruir los sucesos históricos ocurridos en la denominada ‘Masacre de Napalpí’ en el año 1924", indicóo la magistrada al hacer lugar al pedido de juicio por la verdad.
EL IDACH será parte del juicio
Por otra parte, el Juzgado Federal aceptó al Instituto del Aborigen Chaqueño (IDACH) como querellante y le corrió traslado para ofrecer pruebas.
El IDACH, a través de su presidente Miguel Iya Gómez, realizó la petición en representación de las victimas de los pueblos Qom y Moqoit. Fundó su pedido en la Ley provincial 562-w, el artículo 37 de la Constitución Provincial del Chaco, el articulo 75 inciso 17 de la Constitución Nacional, el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sobre pueblos indígenas y tribales en países independientes y la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas.
Los testimonios que se escucharán en el juicio
Las partes propusieron 40 testimonios, entre los que se encuentran, en primer lugar, los sobrevivientes, como Rosa Grilo, de 114 años, y los registros audiovisuales de entrevistas a Melitona Enrique, Rosa Chara y Pedro Balquinta .
También se escucharán las voces de Sabino Irigoyen, Felipa Lalecori, Hilaria Cristina Gómez, Lucia Pereira, Cristian Fernando Enríquez, Ramona Pinay y Ortega Guillermo, todos hijos y nietos de distintos sobrevivientes Qom y Moqoit, que contarán lo revelado por sus padres, madres y abuelas, según la tradición indígena del relato oral.
También declararán diversos investigadores indígenas que trabajaron en la reconstrucción histórica y en el relevamiento de las voces de los sobrevivientes. En esa línea, se expondrá una entrevista filmada a Juan Chico, autor de los libros de investigación sobre la masacre La Voz de la Sangre y Las Voces de Napalpí. Luego declararán Raúl Mario Fernández, David García, Miriam Raquel Esquivel, Gustavo Gómez, del pueblo Qom; y Juan Carlos Martínez y Florencio Ruiz, del Pueblo Moqoit .
También lo harán distintos investigadores chaqueños, la mayoría pertenecientes al CONICET y a la Universidad Nacional del Nordeste (UNNE), como Mariana Giordano, Graciela Elizabeth Bergallo, Tete Romero, Teresa Artieda, Laura Rosso, Gabriela Barrios y Rubén Omar Guillón, quienes trabajaron en la reconstrucción histórica de los hechos.
Las partes propusieron 40 testimonios, entre los que se encuentran las declaración de la sobreviviente Rosa Grilo y los registros audiovisuales de otros y otras sobrevivientes que fallecieron; de descendientes de las víctimas; y de investigadores del caso.
Finalmente, serán citados nvestigadores del orden nacional que trabajaron en investigaciones científicas históricas de cara a la reconstrucción de la masacre, y cuestiones vinculadas o de contexto, entre ellos historiadores, sociólogos, antropólogos, periodistas y archivistas, como Nicolás Iñigo Carrera, Jorge Luis Ubertalli, Lena Dávila, Alejandro Covello, Pedro Solans, Marcelo Musante, Silvina Turner, Alejandro Jasinski, Héctor Hugo Trinchero, Diana Isabel Lenton, Mariano Nagy, Carlos Salamanca, Mariana Nazar Gaule, Alejandra Aragón y Eugenio Zaffaroni.
La masacre
La denominada Masacre de Nalpalpí fue perpetrada el 19 de julio de 1924. Según los registros históricos y la prueba recabada en la investigación preliminar desarrollada por la Unidad Fiscal, unos 130 policías y un grupo de civiles partieron desde Quitilipi hasta Napalpí por orden del gobernador del entonces territorio nacional del Chaco, Fernando Centeno, para acallar el reclamo de integrantes de pueblos originarios y de criollos que exigían una justa retribución por la cosecha de algodón o salir a trabajar del territorio chaqueño hacia los ingenios de Salta y Jujuy, que ofrecían mejor paga.
De acuerdo con los relevamientos de diferentes historiadores recabados por la fiscalía en el inicio de esta pesquisa, durante 45 minutos la policía descargó más de 5 mil balas de fusil sobre la población de Napalpí. Las víctimas fueron estimadas en 400, entre aborígenes y cosecheros de Santiago del Estero, Corrientes y Formosa, aunque un 90 por ciento de todos ellos pertenecían a comunidades originarias. Unos 38 niños lograron escapar de la matanza, pero luego al menos la mitad fue entregado como sirvientes en las localidades de Quitilipi y Machagai, mientras que el resto murió en el camino. Sólo quince adultos lograron sobrevivir.